Capítulo 2: La compañera de piso

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¡Ding dong!
-¿si?
-Vera
-ah ¡sube!
Subí hasta el tercer piso en un ascensor en el que apenas entraba. Al abrirse me topé con una puerta abierta, pero sin nadie a la vista. <<que compañera de piso más maja>>. Entré en el vestíbulo. Estaba completamente pintado de una mezcla de grises y blancos. Mis colores favoritos. Observé que había un baño, una cocina abierta al salón y dos dormitorios (o eso creía que eran), ambos cerrados con llave. Desde luego, tener un solo baño iba a ser un problema, pero el piso en sí era más grande de lo que me esperaba. Aunque a decir verdad, no me esperaba mucho.
-hola. Soy Vanesa. Encantada -dijo una chica pelirroja mientras se acercaba a mí con una bolsa de patatas fritas en las manos y sus ojos clavados fijamente en mi maleta.  ¿No le gustaban los Vuitton? yo pensaba que eso le gustaba a todo el mundo...
-Buenas, soy Vera
-bueno Vera, como ya has podido ver,  hay dos dormitorios y un solo baño, que nos repartiremos por turnos. Pero bueno, de eso ya hablaremos después -dijo mientras me hacía seguirla por toda la casa.- Este es mi cuarto. ¿qué te parece? Es bastante parecido al tuyo, aunque tendrás que ponerle tu propia decoración, claro.
-mmm acogedor -dije sin poder evitar una mueca de asco al ver como toda su ropa estaba desperdigada por la cama.
-bueno -dijo sin parecer convencida- y este es el tuyo
-oh mucho mejor. No es que el tuyo no me gustara claro. -Dije al ver una habitación entera blanca y limpia como la patena. O casi.
-me alegro de que te guste. Bueno... te dejo, que pronto me llegará visita.

Cerré la puerta y comencé a buscar decoración para poder mejorar aún más mi nueva habitación. Empecé por poner cuadros de mi familia, y pedí por internet un sillón para la lectura, que pondría, sin duda, al lado de mi cama, a la cual pondría un nuevo colchón con bonitas sábanas y fundas. A saber quién había estado ahí antes. Además, cogí una lámpara similar a la que tenía en mi antigua habitación para recordar mi hogar antes de dormirme. Aunque a decir verdad, no estaba muy segura de querer recordarlo. Al menos, no todo. Por último, cogí mi colonia y empecé a esparcir el olor por todos los rincones para que dejara de oler a cerrado. De hecho, salí del cuarto y empecé a echar mi aroma por todas partes, hasta que llegué al salón y oí unas risas
-¿huele mal? -Dijo Vanesa con ironía, rodeada por sus amigos
- ya no -respondí con una sonrisa forzada que se desvaneció al instante mientras echaba más colonia con la nariz arrugada.
-lo siento. Es algo perfeccionista, supongo. Es la nueva -oí que les decía a los del grupo
-parece... Maja -dijo un chico con voz grave irónicamente
-Mateo ¡calla! Seguro que es porque no está acostumbrada a compartir piso. Dadla tiempo
- que remedio -dijo Vanesa
Cada vez esa chica me caía peor. Además de cerda, borde. Encima de que me preocupaba de que su casa oliera bien. De repente oí unos pasos que se dirigían hacia la puerta, o sea hacia mí.
-hola, soy Claudia -me dijo una chica alta de pelo negro, ojos azules y pecas
-encantada- le dije estrechándole la mano.
Ella aceptó, aunque un poco extrañada. Supongo que dar la mano allí, en Madrid, no era muy común.
-veo que sigues echando colonia. Huele muy bien por cierto
-¡gracias! -respondí satisfecha al ver que alguien tenía buen gusto

Ding dong.
-¡oh! ahí viene. Discúlpame
Abrí la puerta y hombres con uniforme comenzaron a entrar cargados de enormes cajas
-pero... ¿qué haces Vera? -Me gritó Vanesa
-decorar mi habitación - respondí sin molestarme en mirarla
-¿dónde coloco esto señorita?
-Al fondo del pasillo
Al acabar, les di el dinero acordado y se fueron más rápido de lo que habían entrado.
Supongo que ver a Vanesa gritándome cosas como "no vuelvas a hacer esto ¿me oyes? Primero me lo consultas." O  "¡hay muchos estafadores!" No les pareció agradable. Sobretodo porque, sin duda, sabían que hablaba de ellos.

-oye Vera -me dijo Claudia
-dime
-¿te vienes con nosotros al mc donalds?
- ¿qué es eso?
- ¿Es enserio? - dijo un chico alto que, por su voz, identifiqué como el tal Mateo. Le lancé una mirada amenazante
- ¿debería? ¿Qué es una tienda de marca o algo?
- sorpresa. Vamos.

COMIÉNDOTE A BESOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora