[9/13]

1.3K 228 29
                                    

|

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|...| PYRRHIC

Haciendo unas pequeñas compras en la pequeña aldea hace relajar tu mente. Oyakata-sama ha llamado a los hashiras para una reunión acerca de los ataques de demonios últimamente. Te han advertido desde antemano y con certeza respondiste que tendrás cuidado cuando el sol esté bajando y cuando la negra cobertura esté en el cielo. Reíste en ironía, aún te falta conseguir más lomo de cerdo y panko, ya que se suponía que harías la cena sólo para Kocho, Kanao y las tres pequeñas pero ahora para otros cazadores de demonios. No sólo eso, tienes que hacer salsa tokatsu.

¿Por qué tuvieron que invitarse solos y a último tiempo?

Tal vez sea la misma respuesta para ellos como para ti: para ver si valdría la pena o para no arrepentirse uno al final. Te habías invitado sola al dar la confirmación de caer enamorada de Iguro, sin embargo, la sensación de arrepentimiento te llegó semanas después del descubrimiento. No eres estúpida, lo sabes muy bien.

Simplemente no quisiste dejar los sentimientos amorosos ser soplados por el viento repentinamente. Y para la dulce desgracia tuya, fue demasiado tarde de arrepentirse. Ganaste la felicidad de querer a alguien, de querer verlo seguir adelante, aún en este mundo horrendo; el premio ser la miseria de una historia no comenzada a ser escrita.

La tinta queda seca, el fude tirado en la mesa, listo para que sea levantado y su punta se comience a mover en la hoja de papel. Adornado de pasión sólo se desperdicia en silencio.

El silencio aumenta en tu alrededor.

Promesas tras promesas realizaste de pequeña pero ahora quedan en vacío. No les prometiste a tus compañeros y familia sobre tu seguridad, al dar un "Regresaré pronto" es todo lo necesario para dar la promesa. De reojo, luces de las casas y tiendas encienden, el atardecer frente a ti es cambiado por el anochecer. No sueles tener dolores de panza seguidos, las mariposas en tu panza bailan en ansiedad. El grito detrás tuyo hace estremecer tu cuerpo.

No eres cazadora puesto que la idea nunca pasó por tu mente.

No tienes aliento puesto que nunca quisiste practicarlo.

Eres una ayudante para el estado de la Mariposa, quien se encuentra en un amor no correspondido. Quien sonríe y no bajas a tus rodillas, quien vive con arrepentimientos y dolor.

Nada de eso impedirá no ayudar e intentar salvar a la comunidad de esta aldea. Aún si el temor de morir, de ser herida, de toparte con el demonio, de no ser suficiente como para hacer algo para las personas corre de manera fugaz. Aún si tu kimono se quemó hasta tus rodillas y sientes perder el consentimiento en cualquier minuto. No tendrás ningún arrepentimiento. Si tus piernas aún se pueden mover de un lugar a otro, si tus brazos y voz alcanzan a una persona, entonces todo está bien.

¿Por qué tuviste que venir a esta aldea en el primer lugar, sabiendo la hora que era?

¿Acaso esa pequeña figura no fue el primer civil que salvaste?

'¿Qué haces todavía aquí? Por favor, vete, no quiero que te descubra.' Y como si el demonio tuviese el poder de leer mentes, hace su camino hacia el niño. 'No, no, no no no-'

Ah, te agrada estar enamorada del Pilar de la Serpiente, te adoran sus ojos bicolor. Te adora su cabello corto negro y no te molesta si mitad de su rostro este cubierta. Él es atrevido y aterrador, a su vez tan paciente y gentil. Ah, como te gusta la idea de pasar las yemas de tus dedos por su piel y cabello. Sí, te arrepientes de no haber podido negar a los cazadores cuando pidieron un plato de tu comida.

Acaricias el cabello del niño con una sonrisa, -Sonríe, puedes jugar otro día más.- intentas mover tus piernas para levantarte y se dan por vencidas. Tu espalda arde y sientes el aire fresco. Llegas a tu limite y no hay nada más que hacer más que pedir a un dios por misericordia.

Pero tampoco puedes realizarlo, pierdes el pensamiento y no sabes que más sucede.

-Hubiera sido mejor si el lugar donde decidiste ir no fuese este.

La voz hace tu corazón later de manera distinta.

-O haber dado una alerta con un cuervo, tienes uno, ¿no? No me digas que no sabes utilizarlo.

Con la fuerza que aún puedes sentir en tus brazos, mueves al niño detrás tuyo. -Gracias.- suspiras como si es todo tu aliento lo guardaste para él.

Tus ojos cierran en paz, el resto de tu cuerpo cae al suelo. No más dolor pasa por ti, no más ruido y sentir de nada. Ni el llanto del niño llamando por ti; -¡¡Onee-chan, onee-chan, despierta!!

Eres feliz. Lo eres porque Iguro te miró, sus ojos miraron directo a ti; aún sin saber que tipo de emoción cargan en ellos, o el por qué mostró preocupación, o el por qué se miraba con tanta rabia.

| Won at too great a cost. |




------------------
hemos regresado unu

Aloha Oe [Iguro x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora