Capitulo 1

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SERINA

23 de agosto.

Mientras golpeaba el saco de boxeo, Charlie gritaba a todo pulmón para alentarme a seguirle pegándole al saco más y más fuerte.

Desde que cumplí los 7 años, mis padres, a mi hermano mayor y a mi nos exigían asistir a clases de defensa personal, pero por alguna u otra razón cualquier entrenador terminaba renunciando, hasta hace dos años que Charlie decidió que me entrenaría y mi madre con gusto aceptó.

— Para, para, para. — Me ordenó Charlie.

A Charlie lo conocí desde pequeña, su padre es uno de los mejores amigos de mi mamá, el tío James. Desde que era pequeño mi tío James le decía a Charlie que cuidara de mi. A donde sea que yo iba él me acompañaba, hasta ahora ha sido así.

Él ha sido mi mejor amigo, y mi amor no correspondido.

Él a pesar de tener 18 años es muy bueno en esto de las clases de boxeo y defensa personal, por él es que yo he aprendido bastante.

— ¿Por que pides que pare? — pregunté mientras jadeaba y tomaba la toalla del suelo para secarme el sudor.

— ¿Hay algo que te tenga agobiada? — preguntó curioso. — ¿Algún chico? — Yo reí con extrañeza y negué.

— No, ¿por que?

—Te noto muy... ¿tensa?.  — yo fruncí mi ceño y él se acercó a mi tomándome de los hombros.— vamos, cuéntame.

— No es nada, estoy bien. — Sonreí, él entrecerró sus ojos con duda. — ¡es enserio!

— Bien... tienes 15 años ¿ y ya sufriendo por amor? — yo rodé los ojos con una sonrisa. — Se supone que soy tu mejor amigo, debo ser el único en tu vida. — Sonrió.

Oh Dios.

¿Oyeron eso? Es mi corazón latiendo a mil por hora.

— Tonto. — dije dándole un leve golpe con la toalla. — y porque eres mi mejor amigo deberías saber que no hay ningún chico en mi vida.

Él hizo una mueca.

— Bueno. — sonrió y se agachó un poco para levantar una botella de agua que se encontraba en el suelo. Me la lanzó y yo la atrapé con facilidad. — Vamos a caminar un rato.

***

— Ya casi son las 6 y pronto oscurecerá.

Nos encontrábamos en el parque que estaba cerca de mi casa, Charlie estaba sentado en el pasto y yo tenía mi cabeza en sus piernas mientras veía el cielo que poco a poco se oscurecía.

— No importa, no me pasará nada si estoy a tu lado. — le contesté sin mirarlo.

— ¿Y si yo llego a faltarte algún día? ¿Qué harás?

Y ahí regresé a verlo. Yo fruncí mi ceño.

— ¿De que hablas tonto? ¿Cómo está eso de que si algún día llegas a faltarme?. ¿Que acaso no sabes qué yo — me señalé y él me miró con curiosidad. — te seguiré a donde tú vayas?

Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora