El juguetero

Planes casuales

NARRA KUZAI

Estoy en la clase donde Ayato y yo quedamos para nuestra sesión diaria por ahora. Mirando al suelo aburrido esperando por el tigre. Oigo como chirría la puerta dando paso al cuerpo del tigre.

-Hola Kuzai

-Hola Ayato ¿Qué tal todo?

-Todo muy bien la verdad. ¿Tienes alguna cosa que contarme o todo fue bien?

-La verdad todo bien, aprobando el único examen hasta el momento

-Me alegro -me dice sonriendo- Por cierto, dentro de un mes haremos una excursión y pasaremos unos días en un bosque donde acamparemos con el resto de mentores y  alumnos. No te obligaré a que vengas, pero estaría bien para llevarnos mejor y que estas reuniones no sean tan serias.

-Yo soy serio de por si, dudo que avancemos mucho. Pero bueno, parece interesante para pasar un buen rato. Iré.

-Me alegro Kuzai, ahora si no tienes mucho más que decir, tienes tiempo libre antes de ir a clase.

-Muchas gracias -doy unos cuantos pasos hasta alcanzar la puerta y ya pasear por los pasillos-

Salí a fuera a tomar el aire antes de empezar. Todo estaba en calma, un leve viento hacia mover las hojas de los árboles a un ritmo calmado pero continuado. Hasta que un batir de alas irrumpió la armonía.

-Buenas amigo -dijo Shitto nada más posar sus patas en el suelo-

-Hola Shito. ¿Qué tal? 

-Bien. ¿Haremos un viaje en un mes? 

-¿Uh? -levanto mis orejas sorprendido- ¿Cómo lo sabes? 

-Yo lo se todo de ti... Pero bueno, sera divertido pasar tiempo con el resto

-Seguramente esté alejados de todo... Y espera ¿Vas a venir?

-Claro, yo voy donde tú vayas -dice encogiéndose de hombros-

-Pero como...

-¿Cómo iré? Volando

-¿Y si es muy lejos?

-Da igual, puedo hacerlo -dice serio y tranquilo-

-Si tú lo dices... Vale, te creo.

-Es tú hora de volver a clase. Buena suerte.

-Gracias -me levanto y me dirijo a clase-

No se como lo hace, se entera de todo lo que hago. A veces me siento desprotegido ante él, sino fuera porque después me doy cuenta que él es el que me protege de todos.

NARRA RED

Se me ocurrió una idea buenísima para acercar a Gabri y a Cian. No son muy compatibles, pero todo puede pasar. Se que el Cibri puede suceder, o Ciabri... No se, ya pensaré el nombre.

-¿Hermano? 

-Si -oigo su voz desde la cocina- ¿Pasa algo?

-¿Hoy vendrá el zorro?

-¿Gabri? Dijo que se pas... -suena el timbre-

Corro para abrir la puerta topando me con el zorro blanco sin camiseta, el cual me saluda, entra serio y tranquilo como siempre. Voy a cerrar la puerta hasta que un pie la frena, así que la vuelvo a abrir.

-¿Si? 

-¿Esta Cian? 

-Si claro esta... -dirijo la mirada hacia el individuo- ¿¡ZEF!? ¡Cuanto tiempo! -le doy un abrazo a aquel leopardo de ojos rojos-