Capitulo 37

173 19 4
                                    

Capitulo 37

"¡Sobre mi cadáver!"

Al sonido mecánico que se producía por el constante movimiento sobre las vías se había esfumado por completo, el silencio que nos invadía era abrumador y lo único que no salvaba de sumirnos completamente en este era la respiración de cada una de las chicas presentes. Todas sudábamos frio mientras teníamos una mirada paranoica.

Kyoto, el lugar prometido. Lo poco que había logrado ver antes de envolvernos en esta situación era completamente cierto. Los edificios que logre ver apenas nos aproximamos, fueron algo que parecían sacados de una realidad completamente distinta. Edificios funcionales los cuales parecían estar habitados completamente e incluso había edificios que no reconocía de mis viajes a esta ciudad, edificios completamente nuevos, construidos en medio de la tragedia, Incontables helicópteros surcando los cielos, pero lo que en verdad llamo mi atención era que la ciudad estaba protegida de una manera increíble, un muro de lo que podría decir cincuenta metros de alto recorría todo el perímetro de la ciudad, apartándola del exterior… El como se logro esa gran hazaña fue algo que no podía imaginar. Todo eso se aparto de nuestra vista cuando el vagón se sumergió bajo tierra a las vías subterráneas de la ciudad, donde este pudo ser capaz de abrir una puerta que al parecer estaba sellada por el mismo sistema de las vías subterráneas, eso explicaría por completo el como nunca hubo una fuga dentro, mas sin embargo ahora que nosotras habíamos entrado habíamos terminado en la estación de Kyoto saliendo por completo del subterráneo a el exterior y parando directamente en seco en una estación que parecía estar desolada o por lo menos que lo aparentaba.

Lo que veíamos era increíble claramente, mas sin embargo, no era momento para apreciar las maravillas que estaban a nuestro alrededor por mas hermosas que estas fueran. El solo hecho que yo misma tomara un arma y me mentalizara para asesinar a alguien era algo que me aterraba. Sobre todo por el simple hecho de que a quien mataría no seria una de esas cosas a las que ya estaba tan acostumbrada, si no que mas bien eran personas como nosotras.

—¡Salgan del vehículo!— Grito una voz de uno de los atacantes que nos rodeaban a lo largo del vagón —¡Si se resisten o intentan algo, dispararemos sin contenernos! ¡Salgan antes que abramos fuego!—

Debo decirlo, la forma en la que todas se miraban eran frenéticas, por primera vez desde hace mucho tiempo, nos sentíamos como una pequeña presa sin salida alguna. Por otro lado veía a Honoka y Kotori las cuales parecían tener la misma preocupación que me invadía; El no querer asesinar a un ser humano.

—¡Esperen por favor!— Hablo Nozomi mientras esta simplemente se ponía de pie, dejando asi el lugar en el cual se cubría. Esta mostro su arma mientras la ponía en el suelo con la intención que no tenia intención de pelear.

Las presentes en el lugar se alertaron de que la chica se revelara y se rindiera de tal manera, todas advirtieron a la peli morada que se pusiera al cubierto pues nuestras atacantes tenían una ventaja tremenda en cuestión táctica.

—¡Nozomi! ¡Al suelo!— Ordeno Eli de inmediato tomando su mano e intentando que esta obedeciera, pero por su parte la chica se negó a obedecer —¡Te van a dar un tiro!—

—Elicchi, tienes que comprender que si ellas nos atacan estamos perdidas. Todas moriremos a disparos. El material del vagón no es tan resistente como para soportar un tiroteo, al contrario, este cedería con facilidad, no podemos arriesgarnos.— Esta miro a Eli con intensidad —Déjame intentar arreglarlo de la mejor manera. Por la paz o por lo menos dame el tiempo para abrir una posibilidad a que ganen un tiroteo. —

El Dia Que El Infierno Toco La TierraWhere stories live. Discover now