Aquí dentro sigue siendo otoño

Querida Rose (Titanic)

Querida Rose

Me embarque en un barco que estaba por hundirse

pero que importa, si también he visto

corazones sumergirse sin siquiera haber zarpado,

hay tantas historias del Titanic que se repiten en diferentes días

pero son tan singulares, todos van a la deriva

todos van al fondo del recuerdo, algunos son barcos

otros son glaciares, mas todos somos ciegos

porque apostamos a no tener nada, y lo perdemos todo

al creer que no somos nada.

Querida Rose

cómo olvidar la vez que navegue por ese océano de secretos

que guardabas en el corazón y que no eran más que suspiros

que fueron liberándose junto con tu felicidad,

me dio gusto verte sonreír mostrando todos tus dientes,

carcajeando sin importar el que dirán y ver que junto a aquellos sentimientos

tu depresión se hundía y tus halas se liberaban. 

Querida Rose yo saltaría contigo, pero...déjame decirte que es mejor hacerlo en la luna

donde no hay leyes y no necesitas suerte tan solo unas cálidas manos

que te enseñen a volar.

Y... si aun quieres saltar,

prefiero ser tu paracaídas que te impulse a hacerlo

porque esperar a vivir no es lo nuestro, yo contigo

aprendí que el amor no es un acto de esperanza, sino más bien,

es la fe actuando a favor de nosotros,

y porque al final, vivir es la suma de los miedos que dejamos

atrás cada que olvidamos la razón y actuamos nada más que con el corazón.

Querida Rose

Sé que muchos quisieran ser barcos grandes y zarpar, como yo quizá...

Pero tú nunca fuiste un barco, tu fuiste el océano en libertad,

libertad que yo conocí despertando una mañana cálida

reflejado en la pupila de tu corazón,

despertando en el paraíso perdido

donde todo lo que necesitábamos era encontrarnos el uno al otro.

Querida Rose

Gracias por enseñarme que...

cuando se ama no hay primeras ni terceras clases,

porque no hay diamantes tan grandes que puedan llenar

el corazón vacío de una chica rebelde y noble

que antes que gloria y fama ella prefiere la libertad

de ser quien quiera ser y amar, simplemente amar.

Querida Rose