The Darkness Reborn

Capítulo 2: El camino a la ruina

Capítulo 2: El camino a la ruina

En la tierra de Eostia, las tierras ubicadas en las lejanas tierras orientales lejos de los países elementales, los humanos y los elfos oscuros han luchado por la supremacía durante más de un siglo. Los elfos oscuros gobernaron sobre una raza de monstruos que han asaltado las tierras humanas durante generaciones, capturando y contaminando a sus mujeres para ayudar a aumentar su número, ya que estaban disminuyendo constantemente de los humanos que los cazaban. Ayudados por varias poderosas bandas de mercenarios que se especializan en matar monstruos, los reinos humanos han empujado gradualmente a sus rivales hacia la oscuridad de la región subterránea, sus antiguos reinos los perdieron y ahora están ocupados por los humanos que los obligaron a retirarse. Sus números se redujeron en gran medida hasta el punto de que hubo luchas internas dentro de sus propias filas que los separaron hasta el punto de que ya no eran una amenaza para los humanos que los habían expulsado de su tierra.

Pero los mercenarios no se conformarían con estas victorias. Liderados por el cruel general Volt, las espadas vendedoras declararon su independencia de los humanos que contrataron a su grupo de mercenarios para ayudarlos en su campaña para eliminar la amenaza. Con el apoyo de los orcos salvajes que encontraron después de separarse del resto de los monstruos, su nueva nación atacó a los elfos humanos y oscuros por igual en un vano intento de forjar un reino donde los hombres reinan y las mujeres son poco más que esclavas. Incluso los elfos oscuros serían conquistados y su reina sería prisionera si sus planes llegaran a buen puerto.

La única esperanza de paz en estas tierras descansaba con una comunidad de siete caballeros princesas, elegidos a mano por la diosa de los altos elfos. ¿Pero es su poder suficiente para limpiar el mal de su mundo?

Si las cosas hubieran salido como Volt hubiera querido, habrían fallado en proteger sus tierras y sufrirían un destino tan cruel. Pero se salvaron de tal destino ...

Solo para sufrir a uno igual de malo de otro ...

(7 años después)

El viaje hacia las tierras orientales fue largo para Naruto. Por lo general, la gente diría que fue difícil tanto como mucho tiempo, pero Naruto ahora era una entidad con el poder que fácilmente superaba a los dioses mismos, por lo que no había ningún desafío para él mientras viajaba hacia el este. Y aunque viajaba lejos de su lugar de nacimiento, no estaba solo en sus viajes. Había estado muerto durante tres años y el mundo había cambiado para peor cuando regresó al reino del hombre. Descubrió que todos los lugares en los que había ayudado en el pasado habían caído en manos de los ejércitos de Fire Country. Que Minato había matado al Daimyo y se proclamó Emperador con un decreto de que todos los que se niegan a inclinarse ante el poder de sus ejércitos caerían y todos los que tenían algún problema con eso fueron ejecutados sin ningún tipo de juicio. La gente de Fire Country lo siguió con total lealtad, ya que querían un líder que luchara junto a ellos en lugar del noble presumido que había recibido el trono debido simplemente a su sangre 'real', que no le hizo ningún bien en la larga carrera desde que salió de su cuerpo como cualquier otra persona con una garganta cortada.

Muchos habían asumido que estaba mintiendo sobre eso y se opusieron abiertamente a un hombre que tomó el trono por la fuerza a diferencia de los otros Daimyos en el mundo. Todos los que Naruto había ayudado comenzaron a reunir a otros para tratar de ayudarlos y destruir el lugar que mataría a alguien como Naruto. Sin embargo, Minato cumplió su palabra y rápidamente y brutalmente masacró a muchos mientras anexaba sus tierras en su creciente Nación del Fuego. De todas las bajas, las que lo hicieron sentir triste fueron Tazuna y su familia, Koyoki, Shion, Kankuro y Temari. En cierto modo, Naruto se alegró de que estuvieran muertos ya que su plan era matar a la humanidad en su conjunto y ahora no tenía que ordenar que mataran a sus amigos ya que sus enemigos lo habían derrotado.