Sensualmente Amor

Capítulo 4 / por Doralix García

Capítulo 4

" Solo Amigos"

By Doralix García.

Después de terminar la llamada con Neal , Elisa entro al baño para asearse y salir en busca de diversión ya que el día anterior no pudo disfrutar como quería, dando un portazo que retumbó por todo el hotel ya que su gemelo la presionaba para que se asegurará de que Candice obtuviera mucha diversión, pero ella también tenía derecho a disfrutar no era niñera de nadie porque estar todo el tiempo detrás de esa mojigata la puso peor de humor, eso aunado a la noche anterior en que Charlie la humilló, pero esto no se quedará así, me las vas a pagar Charlie juró que me vengare... Su cuerpo no sabía de venganzas, el solo pedía ser saciado así que sin miramientos antes de llegar al ascensor uno de los inquilinos iba de salida cuando sin más ni más Eliza lo tomo del brazo y lo empujó hacía dentro de la habitación. Lo miro y dijo — Nada mal, estás que te caes de bueno.

Él pobre hombre no sabía ni que hacer ya que Elisa lo comenzaba a desvestir y se desvestía ella al mismo tiempo — Bueno a quien le dan pan que llore y él desconocido continuo con lo que ella hacia después de quedar completamente desnudos la mujer abrió tremendos ojos al ver todo lo que se comería — valla todo eso para mí solita— y se relamió los labios queriendo probar lo que tenía enfrente así que sin pensarlo lo metió en su boca aunque realmente lo único que muy apenas le cabía era la cabeza de aquél gran pene.

No duró mucho tiempo ya que él hombre la puso con una pierna encima de aquel sofá mientras la otra pierna la tenía extendida hacia abajo, sin más ni más él de una sola estocada la penetró metiendo todo su grandísimo pene... Eliza soltó tremendo grito de dolor, ella la que se sentía que podía con todos simplemente la estaba partiendo en dos. Su pierna extendida no dejaba de temblar a causa del martirio, su rostro reflejaba el sufrimiento sus ojos derramaban lágrimas de dolor... él tipo sin remordimiento al escuchar los sollozos de Elisa le siguió dando con más fuerza hasta que se derramó dentro de ella– he terminado comento Él y se retiró dejando a una Elisa completamente destrozada. Después de que el salió, entro ella al baño para limpiarse, al salir del cuarto de baño encontró una tarjeta junto a su ropa que decía "Gracias mujeres como tú merecen un regaló". Ella sonrió satisfecha, pero al abrir la tarjeta se le borro la sonrisa al leer –¡Felicidades tienes sida!

Miraba el pequeño reloj que tenía sobre su escritorio, no tenía ganas de ver a nadie menos a su prometida. No entendía que le estaba pasando, siempre pensó que nunca se enamoraría que prefería mujeres experimentadas como Susana, esa modelo lo volvía loco, pero últimamente estar con ella ya no lo satisfacía a pesar de los planes que tenían juntos. Él se casaría con Candice para apoderarse de todo lo que ella tiene y después de un año se divorciaría para vivir su amor con Susana... Pero algo había pasado, algo con lo que no contaba, enamorase de su presa.

Todo iba bien en un principio le agrado lo que Elisa le dijo; sobre que Candy ya tenía experiencia, pero después de un rato un sabor amargo se le vino a su boca al comprender que ella ya no sería nada más de él, si no que fue primero de alguien más, un desconocido y todo por su afán de que tuviera el suficiente conocimiento para satisfacerlo. Maldijo el momento en que se le ocurrió proponer eso, pero ya no había vuelta atrás. Seguiría con sus planes Susana lo tenía amenazado después de que él le dijera lo que siente por esa niña pecosa.

Terry comenzaba a mover a sus contactos para saber ¿Dónde estaba el Sr Williams? – él no podía permitir que usarán a su Pecosa, si porque eso era: suya y de nadie más, Neal todavía no era su marido y el se aseguraría de que no lo fuera... también lucharía por ganarse el amor de Candy, nunca había sentido un algo tan profundo por nadie. Lo que le llamaba la atención de la información que Tom le dio fue que Susana estuviera involucrada ¿Que tendrá que ver esa mujer con Neal? Por un lado, eso lo ponía de buen humor porque había encontrado el modo de quitársela de encima. Candy en todo momento ocupaba su pensamiento desde la primera vez que la vio, era el día de graduación de Karen... ¡Karen! Ya se a quien llamar para que esté siempre con ella y no la deje a Merced de esa arpía la tal Elisa hasta el nombre me cae mal. Nuevamente sus pensamientos volaron y se dejó llevar por las sensaciones que había sentido al estar con Candy, su ricitos de oro pecosa, tener sexo con ella fue lo mejor que le ha pasado, pero no, no fue sólo sexo, hay algo más, mucho más fuerte que ella y yo algo que nos une desde hace mucho tiempo como si fuera un hilo rojo inquebrantable...