Capítulo 50.

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Pasó un día y Eduardo no había encontrado pistas del paradero de su hijo, no quería llegar a casa sin noticias, sabía que Erika se pondría mal al no saber nada del bebé, llamó a la policía para que iniciaran la búsqueda.

-Policía: ¿tiene una fotografía de su hijo? (preguntó)
-Eduardo: sí (sacó su teléfono y se la mostró)
-Policía: vamos a encontrarlo señor (dándole ánimos)
-Eduardo: cualquier cosa me llaman por favor (estrechó su mano con el policía y se fué)

Eduardo esperaba que Erika se pudiera controlar, no quería que le pasara nada a ella y a su bebé. Llegó a casa y Erika estaba en la sala con la mirada perdida, él se sentó junto a ella y la abrazó.

-Erika: ¿aún no sabes dónde está? (lo miró con sus ojos llenos de lágrimas)
-Eduardo: la policía lo está buscando, ya verás que pronto Alejandro estará con nosotros mi amor (le dió un beso en la mejilla) tranquila preciosa.
-Erika: no podré estar tranquila hasta que esté aquí con nosotros (llorando) es mi culpa! Debí hacer algo para detener a esa infeliz!
-Eduardo: no, no digas eso! No es tu culpa (tomó su rostro con sus manos) mírame! No quiero que vuelvas a decir eso, no es tu culpa mi amor, no tenías que intervenir, esa mal nacida no tiene límites! Te habría hecho daño a tí a nuestro bebé (tocó su vientre) y no podría soportar eso! Yo sé cuánto amas a mi hijo, sin importar que no lleve tu sangre, tú lo amas como si fuera tuyo y te lo agradezco tanto mi vida! Ya verás que toda ésta pesadilla pronto acabará! Tú y yo estaremos juntos por siempre y vamos a luchar contra todo! Nadie se podrá entrometer entre nosotros y nuestra familia!
-Erika: deseo que ésto acabe pronto (Eduardo secó sus lágrimas) solo quiero ser feliz a tu lado con nuestros hijos (acarició su mejilla) sin que nadie lo intente impedir! Yo solo soy feliz si estoy contigo (lo abrazó) te amo! Eres mi razón de ser!
-Eduardo: te amo mi reina (la miró) nunca dudes de todo el amor infinito que siento por tí! Te amo (la besó apacionadamente)
-Erika: (sonrió) parece que alguien dió una patadita de felicidad al ver a sus padres tan enamorados (puso su mano en su vientre)
-Eduardo: a ver mi princesa! O príncipe! Mi amor dime qué eres!  (Hablándole y acariciando el vientre de Erika) ya quieres salir mi vida! Ya quieres estar con nosotros! (besó el vientre) ya falta poco para que te conozcamos mi amor, tu madre y yo te amaremos tanto, porque eres fruto de nuestro amor (miró a Erika y le dió un tierno beso en los labios)
-Erika: no sé, pero tengo la impresión que será una niña (miró a Eduardo)
-Eduardo: mi amor! Y si lo sabemos de una sola vez (hizo pucheros)
-Erika: no, quiero que sea una sorpresa! Además falta muy poco mi amor! Aguanta! (sonrió)
-Eduardo: tu madre siempre haciendo de las suyas! Sabe que me convence con solo mirarme (hablando con el bebé) sabe que la amo tanto y por eso se da el lujo de darme órdenes.
-Erika: claro (se rió)
-Eduardo: te amo muñeca preciosa (la besó)
-Erika: y yo te amo! Te amo (le dió un beso en la frente)

Sonó el teléfono...

-Eduardo: si bueno (contestó)
-Alexis: ya tienen noticias de mi sobrino (sentado en la camilla del hospital)
-Eduardo: la policía está buscando... Y tú ¿cómo estás?
-Alexis: salgo mañana, ya era hora que me dejaran en libertad! Estoy harto de estar aquí (bufó) ya llamé a Ela para avisarle, así ya no está tan preocupada mi pobre princesa.
-Eduardo: ah muy bien! (Erika fué a su habitación)
-Alexis: oye... Aún no sé cómo lidiar con todo ésto, los muchachos me llamaron y yo les dije que ya no buscaran, les conté todo y les pedí que no hablaran hasta que llegue el momento (exhaló) lo que me preocupa es la reacción de Erika, cuando sepa que ese maldito fué quien le hizo pasar por su peor pesadilla, pero tarde o temprano lo tendrá que saber!
-Eduardo: sí (suspiró) no quiero que con todo ésto vaya a tener complicaciones con el embarazo, ya tuvo demaciado con esa maldita que se llevó a Alejandro! Pero espero que todo se acomode y... (escuchó un ruido en la habitación de Erika)
-Alexis: hermano! Estás ahí!
-Eduardo: espera (se levantó rápidamente) te llamo luego (colgó) Erika! Estás bien!
-Erika: aah (se quejó)
-Eduardo: mi amor! (la tomó en sus brazos) ¿Qué te pasa?
-Erika: tengo fuertes contracciones!!! Aaah (puso su mano en su vientre)
-Eduardo: voy a llevarte al hospital (la cargó y la llevó al auto) tranquila mi vida (tomó camino al hospital)
-Erika: aah! Mi amor tranquilo! Yo sé que ya quieres salir pero ten paciencia aaah (con su mano en el vientre)
-Eduardo: contesta!!! (llamaba a Milton)
-Milton: hola hermano!
-Eduardo: viejo! Necesito que vayas al hospital ahora mismo! Llevo a Erika para allá! Tiene fuertes contracciones!
-Milton: voy para allá (corrió al auto)
-Eduardo: la adrenalina de montar toros no es nada comparada a la que siento ahora (mientras miraba a Erika)
-Erika: cómo le haces para hacerme reír aún en éstos momentos por Dios (se rió)

Yo Te AmaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora