2. El día del baile, Uraraka.

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— ¡¿Cuál es tu maldito nombre?! — la chica escucho eso y salió de su transe, sabiendo lo que estaba sucediendo.

— ¡ocha- — no alcanzó a terminar cuando sintió una leve presión en su brazo, desconcertada abrió los ojos poco a poco viendo a su hermana sentada a un lado de su cama con una linda y elegante sonrisa, momo yaoyorozu.

Si bien no eran hermanas de sangre, se amaban demasiado mutuamente, se contaban todo de todo y siempre recurrían a la otra cuando tenían problemas.

— ¿y bien?, ¿lista para encontrar a ese chico misterioso? — bromeó la chica.

— ¡Momo! Él existe sólo en mis sueños... — dijo algo ¿triste?

— no lo sé, es raro que nunca lleguen a saber el nombre del otro, además sueñas mucho con ese chico — dijo la de coleta. — ¿cómo es el chico físicamente?. —

— es rubio, tiene el cabello algo despeinado, pero se le ve bien — empezó a describir la chica.
— tiene buen cuerpo, es como si hiciera mucho ejercicio — rió ochako.
— pero si duda lo que más me llama la atención son sus ojos rubíes, son muy... ¿Lindos?, No lo sé — mientras más hablaba del chico, se sentía más nerviosa y era extraño, era un chico que sólo veía en sus sueños, no es como si existiera, pero, ¿qué tal si sí existía y eso era una señal?.

Mientras pensaba en eso, su hermana se quedó mirándola con cara de preocupación, ¿de verdad su hermana se enamoró de un chico que no era tan real?.

Ochako salió de su transe recordando que tenían que irse al castillo donde vivirían por una semana, se levantó de golpe asustando a su hermana.

— ¡hey, no me asustes así! — dijo yaoyorozu haciendo un berrinche.

— ¡lo siento! Es sólo que recordé que tenemos que irnos en un rato más — dijo algo nerviosa la pequeña Ochako.

— tontita, ve a preparar tus cosas, te espero abajo —- dijo parándose de la cama de Uraraka y saliendo de su habitación.

Después de eso, la chica dio un largo suspiro y fue a bañarse. Luego de eso, se vistió como normalmente lo hacía, un vestido lila un poco ajustado hasta la cintura con flores bordadas color beige que dejaba sus hombros a  la vista, era bastante simple para lo que usaban las demás princesas.

Después, puso algunos vestidos que usaría en su estadía en ese castillo. Estaba nerviosa y no sabía porque, no es como si fuera a ver al chico misterioso después de todo... ¿O sí?

Posteriormente emprendió camino hacía el encuentro con su hermana, llevado su maletija.

Durante el largo viaje yaoyorozu le preguntó algo que dejó consternada a la pequeña de ojos cafés.

— ¿crees que haya algún príncipe que guste de mí? —

La bellísima y elegante yaoyorozu era insegura de si misma. ¿Cómo una chica tan perfecta podía ser insegura?, pues, a Uraraka le vino la respuesta segundos después.

Yaoyorozu era del tipo de chica que quiere hacer todo a la perfección y muy pocas veces dejaba cosas inconclusas, pero cuando se equivocaba, sufría mucho. Siempre se exigió más de lo que debió.

— ey, no te desanimes, todos los chicos babearan por ti — dijo sonriendole a la mayor, la chica de pelo negro posó su cabeza en el hombro de la otra y así pasaron el viaje.

Al llegar, ahí estaban sus amigas esperando que llegarán las hermanas.

Mina Ashido, princesa de Ávila,
Tsuyu Asui, princesa de Aínsa y Kyoka Jirou, princesa de Frías.

Después de notar a las hermanas, todas corrieron a saludar, abrazándose, hace más de un mes que no se veían. Eso conmocionó a las hermanas, quien una vez más, se sintieron queridas.

— ¡al fin llegan! — dijo casi gritando la de cabello rosado.

— gracias a Dios llegaron, no soportaba más a mina hablando de su tipo ideal — ante el comentario de Kyoka todas fueron y se fueron acercando al castillo.

Luego de que fueran a dejar sus maletas se dieron cuenta de que habían más princesas, esta quedada sería una de las más grandes que se habían echo hasta ahora.

Pasaron aproximadamente treinta minutos para que llegara un asistente a decir que el baile empezaría en tres o cuatro horas para que se fueran a preparar. Todas las princesas estaban corriendo a sus habitaciones, lo único que pensó Uraraka fue "vaya espectáculo"

Después de que las cinco chicas se despidieran, se fueron a arreglar.

Uraraka entró a su nuevo cuarto, era bastante grande, de tonos violetas y rosados, una cama en la que cabían 3 personas un closet gigante, donde vio que toda su ropa estaba ya puesta y ordenada, quedó en shock.

Había un tocador lleno de maquillaje, ella sólo resaltó sus labios con un labial color rosa y puso un poco de rubor en sus mejillas, ya que siempre le decían lo lindas que eran sus mejillas regordetas, posteriormente se hizo un pequeño tomate alto, mientras se hacía el peinado recordó al chico de sus sueños, pensó en que pasaría si el chico estuviera en ese castillo y soltó una pequeña risa. Después de terminar de maquillaje se tenía que poner el vestido que tanto le encanta a ver de lejos, pero que nunca le dejaban ponerse, ya que era para una ocasión especial, que por cierto, había llegado.

Su vestido era precioso, tul que iba desde sus hombros hasta su pecho dejando a la vista sus hombros, un corte a la cintura para luego ver una pomposa falda, todo de un color rosa pastel, ella ahora era una verdadera princesa, luego se puso unos zapatos de tacón pequeño, no resistiría ni diez minutos si iba con tacones de quince centímetros.

Digo ahora hace diez años era una niña sin futuro de la calle, ahí fue dónde conoció con siete años a su actual hermana  y la presentó a sus padres, ellos decidieron que se quedara a vivir allá y poco a poco pasó a ser parte de la familia real del pueblo de Cadiz.

Después de sonreír con esos recuerdos y dar un largo suspiro, fue a la ventana y la abrió, empezó a ver lo grande que era el patio.

— vaya, es más grande de lo que creí — soltó una risita ante su comentario y puso sus manos en la ventana. Sintió que alguien la miraba, pero no le dio importancia. Alguien abrió la puerta y vio a su hermana, más hermosa que nunca.

Lucía un vestido rojo con corte de B y unas telas transparentes de tonos rojizos como mangas, el mencionado vestido era apretado hasta la cintura y luego dejaba ver una falda no tan pomposa como la de su hermana, se veía preciosa y elegante.

— te ves hermosísisisisima — le dijo riendo Uraraka.

— y tú también te ves hermosísi- — no alcanzó a terminar para luego escuchar que se abrió la puerta, era hora de ir al baile.

Las cinco amigas se unieron y luego decidieron entrar de última, porque según Ashido, los chicos las mirarían más.

Mientras llegaban a la puerta principal para entrar a la sala donde se haría el baile, que por cierto estaba abierta, yaoyorozu se dio cuenta de algo que la dejó helada.

— no es por nada hermana, pero hay un chico parecido al que me describiste hoy en la mañana — dijo la mayor mirándola con miedo de que se fuera a desmayar.

Uraraka la miró helada y no quería ver dónde estaba aquel chico.

Uraraka estaba más nerviosa que nunca.

———

Y hasta acá el segundo capítulo! Me emocione e hice como 1000 palabras, perdón por ser así.

Tal vez hoy día haya un tercer capítulo, estoy emocionada con esta historia. :')

¡Nos vemos!

el primer baile. [kacchako] Where stories live. Discover now