~08~

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—¡Oh Frankie! —jadeaba Gerard al tiempo que Frank jugaba con sus dedos en su interior y lo preparaba, metiendo y sacando primero muy rápido y bajando el ritmo, enloqueciendolo de placer.

—Cielo, gime más alto para mi mmm...

Frank no lo besaba, devoraba su cuello, quería abarcar más piel con sus labios, el roce de sus erecciones lo estaba desesperando, las manos de Gerard acariciaban los hombros y fuerte espalda de su castaño.

Gerard estaba sentado en el regazo de Frank en uno de los sillones de la sala, la pasión carnal los tenía consumidos desde que abandonaron la casa de Linda, el camino a su hogar estuvo lleno de manos tocando cuerpos ajenos y miradas cargadas de lujuria.

Gee desabrocho el cinturón del pantalón de Frank, quién aún conservaba la parte inferior de su ropa, desesperadamente abrió el botón de esos ajustados jeans, bajó la cremallera y a como pudo dejó libre esa hermosa erección que se erguía orgullosa entre sus piernas.

Se relamio los labios observando la hombría de su pareja, tomó su rosado pene con su mano derecha y comenzó a acariciarlo, Frank sacó los dedos de su interior y le dio una fuerte nalgada, acercándose a besar los pezones rosados de Gee mordiendo y estirando un poco.

—Gee cariño necesito estar dentro de ti —gimió Frank contra su oreja, lamiendola un poco, Gerard era todo gemidos—. Volteate.

Obedientemente se levantó y Frank aprovechó para arrancarse los pantalones y acomodarse, Gerard se sentó lento sobre el pene de Frank, con ambas piernas a los costados de las de su pareja mientras este sostenía sus caderas y echaba la cabeza hacia atrás disfrutando la estrechez de su pelinegro.

—¿Así te gusta Frankie? —movió su pelvis en círculos—. ¿Te gusta que te monte así? —su mirada lasciva observando con el rostro ladeado la cara de excitación que tenía Frank, eso no tenía precio.

—No aah no pares cielo ahh... —su voz estaba demasiado ronca.

Varios minutos después junto a un par de nalgadas más, gritos de placer y sudor, Frank se corrió dentro de Gerard, pero éste se quedó sentado sin sacar el pene flácido de su interior, al contrario se acomodó sobre el pecho de Frank, y llevó su mano derecha a acariaciarse él mismo, gimiendo directamente en la oreja izquierda de Frankie.

—¿Quieres más Arthi? —remplazó la mano del pelinegro por la suya aumentando el ritmo y besando su cuello—. Vamos por la segunda ronda entonces.

Cuando Gerard acabó, Frank lo hizo cambiar de posición sin darle chance a recuperarse.

Lo acomodó en una posición bastante rara sobre el sillón, de modo que las manos de Gerard estaban sobre el respaldar, su rodilla derecha sobre el asiento y su pierna izquierda estirada y lo suficiente separada de la otra pierna para poder penetrarlo, lo tomó con una mano del cabello y con la otra por la cintura.

—Ahhh Frankie ahhh más duro —gritaba Gerard al estar siendo empotrado fuertemente en la sala, las bolas de Frank golpeaban contra las suyas, sus glúteos estaban rojos de las nalgadas y mordiscos que había recibido.

Veinte minutos después estaban acomodados en el suelo sudados y sonrientes, recuperándose de semejante sesión de sexo que habían tenido.

—Quiero mostrarte algo —Frank habló algo acelerado aún, besó suavemente la mano de Gee—. Espérame un segundo —se levantó desnudo, se dirigió a la cocina y luego al estudio.

Gerard se quedó recostado con sus ojos cerrados esperándole, estaba a punto de quedarse dormido cuando sintió a Frank tomar asiento a la par suya, había traído un par de bebidas y una guitarra.

Le pasó una bebida y Gee se incorporó sobre su costado derecho con el brazo flexionado bajo su cabeza, su pene yacía descansando en su forma normal sobre su muslo derecho, Frank no pudo evitar observarlo y regañarse mentalmente por pensar follarselo de nuevo.

—Estoy pensando en publicar una canción para alguien especial antes de comenzar a trabajar en el nuevo álbum.

—¿Si? ¿Para quién? —preguntó curioso.

—Solo tengo la melodía y trozos escritos en una libreta —ignoró por completo la interrogante de Gee, acomodó la guitarra y comenzó a rasgar las cuerdas, como cada que tocaba, parecía hacerle el amor al instrumento con tanta pasión—. ¿Te gusta? —Gerard asintió—. A mi también, se llama Medicine Squad Garden —sonrió orgulloso—. Y es para ti.

~𝙻𝙸𝚁𝙸𝚄𝙼~ ➛FrerardWhere stories live. Discover now