Capítulo 2

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Lan WangJi se acostumbró a la idea de cuidar al infante Wei Ying más rápido de lo que Lan XiChen se esperaba. Su hermano ni siquiera les pidió ayuda a las cuidadoras de Gusu Lan antes de regresar al Jingshi, con el bebé en sus brazos, y diligentemente escribió notas para sí mismo.

Lan WangJi podía percibir que cada vez sentía más y más amor por el bebé (no esa clase de amor, por supuesto, aquel amor estaba reservado para el Wei Ying de otra vida, una vida que nunca volvería) mientras más tiempo pasaba con él. Encontraba sus suaves y regordetes cachetitos adorables, más aún cuando Wei Ying sonreía, y siempre tenía que luchar contra las ganas de mordisquearlas cada vez que besaba sus rosadas mejillas. Algunas veces lo hacía, muy gentilmente, mas nadie tenía que saberlo. También besaba los pequeños puñitos que Wei Ying agitaba en el aire, y siempre se deleitaba en dejar a Wei Ying agarrar su dedo fuertemente y girar su mano para mirar la mano de Lan WangJi con curiosidad.

Él se encargaba de llevar a Wei Ying con la nodriza para que sea alimentado con una alarmante puntualidad y luego se encargaba de hacerlo eructar. Algunas veces, Lan WangJi se quedaba despierto largo tiempo durante la noche palmeando su espaldita, tratando de hacerlo eructar hasta que el pequeño se quedaba dormido. Su cama en el Jingshi ahora consistía en dos lados, su lado, y el lado de Wei Ying junto a la pared la cual Lan WangJi amurallaba con numerosas almohadas en caso de que Wei Ying se golpeara contra ella.

Anteriormente le habían ofrecido una cunita, pero él no deseaba estar tan lejos de Wei Ying. Tan sólo podía mantener al bebé a su lado por un tiempo antes de que tuviera que enviarlo a los aposentos de los discípulos. No podía soportar la idea de separarse de Wei Ying, pero sentía consuelo con el hecho de que al menos Lan Yuan estaría allí para cuidar de él.

Lan Yuan los visitó tan pronto como escuchó que había un bebé. Lan Yi [1] había querido acompañarlo pero sus planes se vieron arruinados cuando fue arrastrado a recitar las reglas de la secta como castigo por ‘perseguir a su amigo con un insecto’.

—Hanguang-Jun —Lan Yuan se agarró brevemente a la pierna de Lan WangJi por habito—. ¿Cuál es el nombre de didi? —soltó su pierna en favor de mirar el durmiente rostro del bebé y alargar su mano para acariciar gentilmente la cabecita del pequeño.

—Lan Ying —respondió Lan WangJi.

—A-Ying —llamó Lan Yuan al bebé—. A-Ying, ¡Yo soy A-Yuan gege! ¡Por favor crece rápido para que así gege pueda jugar con A-Ying! —Wei Ying gorjeó en respuesta a su voz.

El corazón de Lan WangJi se suavizó ante eso. —¿Quieres cargarlo?  

A-Yuan miró a Lan WangJi con sorpresa pero rápidamente asintió con la cabeza. Lan WangJi palmeó la cama, indicándole a A-Yuan a que se sentara. El niño obedientemente se trepó a la cama, con la postura perfecta de un Lan, y esperó con expectación.

Lan WangJi gentilmente colocó a Wei Ying en los brazos de A-Yuan, sólo lo soltó cuando Wei Ying estuvo firmemente en sus brazos. 

A-Yuan jadeó maravillado, él nunca antes había alzado a un bebé. Miró a los ojos al bebé quien simplemente se le quedó viendo. —Es tan pequeñito —A-Yuan jadeó maravillado. El peso y calor en sus brazos le trajo un inexplicable sentimiento a su pequeño pecho, A-Yuan le susurró a Wei Ying—. Gege te protegerá a partir de ahora.

El ver a A-Yuan a quien él crió tanto como pudo con su cuerpo en aquel estado durante tres años desde el día que lo encontró en Burial Mound, lo llenó de orgullo. El niño había crecido bien.

‘Wei Ying’, pensó, mirando al pequeño bulto en los diminutos brazos de A-Yuan. Se preguntaba si Wei Ying aprobaría la forma como él crió a Lan Yuan. Esperaba que aquello hiciera sentir orgulloso a Wei Ying.

Mι Nombrє es Lαn Yιng, dιscípυlo dє lα Sєctα Gυsυ Lαn (En Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora