【 capítulo 16 】

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El reloj marcaba las ocho de la noche, y para ese momento, Jisung aún no había vuelto al hogar de los Lee. Minho se mantenía parado cerca de la puerta con una postura recta, los brazos cruzados y una mueca llena de molestia en su rostro.

Tanto su lado humano como el lobuno estaban bastante enfadados; había vuelto hace tres horas, sintiéndose bastante frustrado porque su cita con Jackson había sido un completo desastre, en mayor parte por culpa suya.

Se sentía cansado y muy frustrado cuando llegó a su hogar, pero esos sentimientos se fundieron convirtiéndose en rabia al no encontrar al peliazul en su casa esperando por él. Varios gruñidos y maldiciones fueron escuchadas durante un rato, y su madre omega que estaba presente no hizo más que reír ante eso.

Cuando la puerta del lugar se abrió de manera lenta y delicada, el castaño avanzó un par de pasos al percibir el aroma del omega; este último se adentró a la casa lentamente mientras que una bonita sonrisa adornaba su rostro.

— Buenas noches. — saludó a Minho, y sin esperar respuesta corrió hacia la cocina, donde se encontraba la omega Lee decorando el pequeño pastel que había cocinando como postre para la cena. — Buenas noches, señora Lee. — saludó haciendo una reverencia de noventa grados. — Lo siento, no pensé que llegaría tan tarde. — se disculpó sintiéndose apenado, pues a pesar de que había llamado para avisar, sentía que había cometido un abuso al llegar tan tarde.

— No te preocupes, Sung. — le respondió Shuhua con una sonrisa. — No tienes de que preocuparte, cuando llamaste para avisarme que no ibas a llegar temprano supuse que estarías algo ocupado. — continuó, suavizando su tono de voz un poco.

Minho abrió sus ojos exageradamente ante las palabras de su madre, pues, cuando él llegó y preguntó por el omega, ella sólo lo miró mal. — "Jisung no ha vuelto a casa, pensé que estaba contigo." — esas habían sido las únicas palabras de ella, las cuales evidentemente eran mentira.

— Anda, ve a lavarte, la cena pronto estará lista. — pidió la pelinegra. — Dentro de poco llegará mi esposa y podremos cenar.

— Uhm, sobre eso... — habló el peliazul un poco más avergonzado. — Un amigo me invitó a cenar, así que ya comí. — su rostro adquirió un sonrojo bastante fuerte al recordar lo que había sucedido durante la cena en casa de Jaebum, realmente no se esperaba encontrarse al hermano del peligris en esa situación, mucho menos el comentario de su padre.

La omega Lee asintió comprensiva y observó al de mejillas abultadas correr escaleras arriba cubriendo su rostro con sus manos; un gruñido por parte de su hijo le hizo fruncir el ceño y volteó, mirándolo mal.

— ¡Minho, cállate! — ordenó. — No puedes quejarte, tú saliste a una cita con Wang y no es culpa de Jisung que eso haya sido un completo desastre. — sentenció recibiendo una mala mirada por parte del contrario.

Pero en lugar de una respuesta, el alfa castaño ignoró a su madre, se dio media vuelta y se apresuró a subir las escaleras. Caminó hasta la habitación del omega, abrió la puerta y se adentró a la misma; observó al omega recostado sobre su cama abrazando un pingüino azul de peluche, que por lo que sabía, Jaebum le había regalado en uno de sus cumpleaños.

— ¿Por qué llegaste tan tarde? — reprochó, haciendo bastante evidente si enojo.

— Lo siento, en el camino me encontré a la mamá de Jaebungie y me invitó a cenar. — le respondió con una sonrisa, sin percatarse de que el enfado del mayor aumentó con la forma que usó para referirse a Jaebum.

— Podías haber vuelto a casa e irte cuando fuera la hora de la cena. —apretó sus puños con fuerza sin que el peliazul lo notara.

— Lo sé, pero la señora Im me pidió que  le acompañase hasta su hogar y le ayudara con algunas cosas. — respondió el omega mientras se sentaba en la cama. — Ella siempre fue muy linda conmigo, no podía decirle que no.

— ¡Por supuesto que podías! — gritó Minho, su lobo estaba bastante enfadado, pues el simple hecho de saber que Jaebum tenía sentimientos por Jisung, le hacía tener inseguridad, y más aún el saber que él había pasado toda la tarde al lado de aquel alfa tan molesto.

El menor frunció el ceño ahora, un poco molesto por el tono de voz que el castaño había usado.

— No vuelvas a gritarme, Minho. — exigió poniéndose de pie. — ¡Yo puedo salir a donde yo quiera cuando se me antoje! Soy un omega libre — aseguró en un grito, escuchando de nuevo un gruñido por parte del mayor.

— ¡No es así! — exclamó. — Tu llevas mi marca, ¡eres mi omega, Jisung! — exclamó, sintiéndose frustrado mientras jalaba sus cabellos con fuerza.

— Si lo fuera, no estarías yendo a citas con Jackson. Además, tampoco es como que yo hubiera aceptado esto.

— ¿Qué? ¿Entonces yo tengo la culpa? — el castaño sonrió sarcástico. — ¡Tú quieres aceptar el cortejo de Chanyeol! Así que tampoco tienes nada que reclamar. — elevó su tono de voz.

— En ningún momento te he reclamado nada.

— ¡Acabas de hacerlo!

— ¡Tú empezaste reclamando por Jaebum!

— ¡Si hubieras llegado temprano no estaría pasando esto!

— ¡Ya no soy un niño pequeño, Minho! ¡Yo puedo tomar mis propias decisiones!

— ¡No si afectan la estabilidad de otros!

— Mujer, ¿no crees que deberíamos ir a separarlos? — preguntó Seulgi mientras observaba a su omega, la cual parecía bastante sorprendida por los gritos de los chicos.

— Cállate, no podemos entrar. — susurró Shuhua mirándola mal. — Ellos necesitan desahogarse, además, ¿quieres terminar muerta, idiota? — miró a su alfa, quien ahora miraba hacia la puerta.

— ¡Vete al diablo, Minho! — escucharon el grito del peliazul y seguido de ello un fuerte estruendo que las obligó a retroceder.

— ¿Sabes qué? Creo que lo mejor es darles su espacio por hoy. — opinó la alfa Lee con una pequeña sonrisa. — Tengo hambre, vayamos a cenar.

Esa noche, el alfa durmió en el sofá; sus madres no entendían por qué, si él tenía su propia habitación, sólo habían escuchado a Jisung gritar : "¡Lee Minho! ¡Esta boche duermes en el sofá!" ; vaya que pareja más rara que eran.

⾕  、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫Where stories live. Discover now