Fantasma - SATZU

10: Beso

Resulta que tenía razón. A lo largo de la semana, Sana siempre ha logrado colarse en mi cama. Honestamente, he dejado de pelear en este punto.

Sana también ha sido muy sensible últimamente. Al principio, me hacía sentir un poco incómoda cuando ella me abrazaba al azar en el sofá. Aunque, ahora me he acostumbrado un poco, pero todavía hay momentos en que mi corazón se acelera.

Ella ha estado usando mucha de mi ropa, ya que no tenía suya. Entonces, hace unos días la dejé hacer algunas compras en línea, y finalmente llegaron. Nunca vi lo que obtuvo, me dijo que quería mostrarme cuando llegaran aquí.

Ahora, aquí estoy, esperando que Sana se pruebe su ropa y me la muestre. Ya me ha enseñado algunas. No pensé que este pequeño desfile sería tan ... tortuoso. Casi todas las piezas que escogió mostraban algún tipo de piel.

"¿Qué tal esto?"

Al escuchar su voz, miré hacia arriba y me quedé boquiabierta. Llevaba un suéter que mostraba los hombros y pantalones cortos. Simple, pero ... maldición.

"Uh ... es ... lindo..."

"¿Eso crees?" Ella sonrió.

Lentamente asentí.

"Bueno, eso era todo. A menos que quieras ver mi lencería" sonrió.

"¿Qué? ¡No! Estoy bien, gracias".

Se encogió de hombros. "¿Al menos puedes ayudar a arreglar mi sostén? Estoy bastante segura de que está torcido".

Siento que, si hubiera sido alguien más, no habría sufrido un ataque cardíaco.

"¡De ninguna manera! ¡Puedes hacerlo tú misma!"

"¿Por qué estás enloqueciendo? No es gran cosa". Dijo con clara diversión en sus ojos.

"Exactamente, hazlo tú misma".

"Pero no quiero tener que-". Sana pensó por un momento. "En realidad, sí. Tienes razón. Lo haré".

Gracias a Dios. De repente, se quitó el suéter. No pude evitar mirar inconscientemente. Creo que incluso la vi sonreír, no estaba segura ya que no la estaba mirando a la cara. Espera... ¿Qué estoy haciendo? Estaba a punto de desabrocharse el sujetador cuando salté.

"¡Sana!" grité.

"¿Qué?" Sus ojos se agrandaron. Creo que pude haberla asustado.

"¡Hay un baño justo ahí!" Dije señalando la dirección.

"Nadie dijo que tenías que mirar". Ella levanta las manos. "Sin embargo, eres bastante hipócrita de tu parte para llamarme pervertida"

Ahora era mi turno para que mis ojos se abrieran. "Primero que nada, ¡no quiero mirar! Segundo, ¡no es ser pervertida si la otra persona está de acuerdo!"

Su cara se sonrojó. "¡Qué- n-no lo estoy! - Bueno, yo no-". Ella sacudió su cabeza. "¡Sal!"

"Esta es mi habitación." Le recordé.

Ella levantó las manos. "¡Entonces quédate!" Estaba a punto de continuar con su tarea anterior, pero no antes de que me fuera corriendo a la sala de estar.

Jesús. Puedo sentir el calor irradiando de mi cara. ¿Por qué? ¿Por qué me ponen en estas situaciones? ¿Y por qué los disfruto un poco? Fui interrumpida de mis pensamientos por un mensaje de texto. Era Tae queriendo pasar el rato. Solo le dije que no podía. Si bien podría usar la distracción, algo me dice que no debería ir.

"Oye." Dijo Sana saliendo de la habitación.

Miré hacia arriba y la vi con una camisa de gran tamaño. En realidad, era muy difícil saber si incluso llevaba algo debajo.