Niebla

21 5 3
                                    

Es cuando el cielo se torna gris... Esos días cerrados, ese aire frío. Esas gotas de lluvia deslizándose silenciosas por los tejados. Ese aura de misterio en la profundidad, ese horizonte inalcanzable, esa niebla de cenizas cuando las nubes tocan la tierra...

Ella dice que es cuando el cielo se torna gris. Cuando la gente tiene miedo de lo blanco y se esconde en su casa; cuando los cuervos descansan sobre las verjas de hierro oxidado; cuando suena la melodía del silencio, como un pitido en los oídos, suspendida en el vacío.

Cuando parece que va a llover pero no lo hace.

Ella dice que es entonces cuando despierta. Siente la sangre hirviendo en sus venas y un brillo salvaje en sus ojos negros. Le gustan los días azules, el agua que cala, el manto de la lluvia. Le gusta el añil pero se despierta con el gris.

Hoy, el cielo está pintado a rayones de diferentes blancos. Hay musgo entre las baldosas. El aire azota mi abrigo rojo, pero no mi pelo. Tengo los labios partidos y no me escuece la sangre, sino el alma. Una capa blanca me separa del mundo. Pienso que es romántico; aún así, no cierro los ojos.

En el centro de la calle está ella, sola. Su cabellera negra se oculta en la niebla. Está temblando, no ha traído paraguas. Una luz atraviesa el cielo.

De pronto, como una revelación, entiendo qué hace en el blanco.

Está esperando al azul.


PerlasWhere stories live. Discover now