Regalos

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Aunque las nubes han cubierto el cielo jade con una capa blanca, hoy brilla el sol.

No sé cómo, pero hay mariposas en mi balcón. Han debido de escuchar tu risa, la misma que se ha colado por mis oídos y me ha inundado de dicha. O a lo mejor ha sido el viento. Últimamente, el aire no solo se lleva palabras y promesas rotas; también trae regalos.

Sí, un regalo puede ser un rayo de luz atravesando el cielo. Un regalo puede ser una sonrisa, o un color bonito. O también un llanto.

Pero mientras contemplo las mariposas danzando, me doy cuenta de que no basta con que te den algo nuevo para que sea un regalo. 

Hay que querer recibirlo.

PerlasWhere stories live. Discover now