Three Alpha Issues. [#Omegaverse #Lgbt]

[6]

[Golden]
🔞]

"Ah..." una voz débil retumbaba en toda la habitación. "Más fuerte..."

Mis manos recorrieron lentamente por todo su cuerpo hasta llegar a sus caderas. Tembló ligeramente en respuesta.

"¿Fuerte?" Reí leve. "No creo que puedas soportarlo, cariño."

La persona a la que le pertenecía la voz se giró con lentitud y me miró con total lujuria. "Ya lo sé. Por favor, quiero que estés muy dentro mío y me destruyas..."

Me estaba conteniendo bastante, cada palabra o acción que hacía simplemente me excitaba cada vez más.

Susurré con voz ronca dos palabras en su oreja mientras la mordía levemente, causando una sinfonía de gemidos que salían de sus suaves labios. "Como desees."

En cuanto nuestros cuerpos empezaron a chocar fuertemente, empezó a jadear excitado, moviendo sus caderas para profundizar las embestidas que daba.

Cada detalle de esa persona era perfecto; su fina capa de sudor, el rubor en sus mejillas, sus delicadas manos apoyándose a la pared, su figura algo curvilínea y sobre todo sus entrecerrados ojos azules que estaban llenos de lujuria, deseo y... amor.

Se cerraron lentamente cuando se retorció su cuerpo tras sentir mi lengua pasar por su espalda y terminando en su nuca.

"G-Golden..." gimió tembloroso, sentiendo el cambio de ritmo de las embestidas en uno más lento y profundo.

Olfateé su aroma hambriento y nuevamente lamí su cuello. Mis dientes se posicionaron en el lugar que había elegido, e hice una mordida fuerte en su piel. Se retorció y arqueó su espalda por el excesivo placer. "¡S-Sí...Alfa!"

"Carajo." El rubio se levantó rápidamente de la cama, sus piernas enredadas en las sábanas y con el pulso a mil por hora. "Aaagh...mierda." Ambas manos pasaron por su sudoroso rostro con frustración. Ahora se levantaba un creciente bulto en su parte baja.

Si ese muchacho no estuviera en celo, serían sueños normales.

Golden se levantó, con pesadez. Aún no se había tomado su medicamento, pero prefirió hacer su rutina de la mañana antes que otra cosa. "¡Él ni siquiera diría eso! Es muy dulce..." Se decía a sí mismo mientras se lavaba el rostro. "¿Qué mierda me pasa?" Lo único en que podía pensar era en lo muy perversa que su mente había sido. Aunque bueno, igual virgen no era, pero le sorprendía haber sexualizado a su amigo Freddy. Malditas hormonas. Ni si quiera le gustaba un poco en el sentido del romance.

"Malditas ganas de tener sexo como conejo." Maldecía, dirigiéndose a sus blancos cajones de madera. "Maldito celo, ¿que no entiendes que no tengo a ningún Omega para coger?" Se puso sus calcetines con frustración.

No, su cuerpo no lo entendía. Y al parecer su mente tampoco, puesto que el único pensamiento que pasó de manera fugaz fue:

«Pero....Freddy es un Omega...y muy lindo».

Sacudió su cabeza agresivamente, rechistando. Solo anhelaba no recordar aquel raro sueño cada vez que vea la cara del pobre castaño ese día.