HOGWARTS/ VERSIÓN JELSA

CAPITULO 2

/11 años después/

Unos golpes despertaron a los hermanos, ellos abriendo sus ojos al ver encendida la luz en la pequeña habitación que era más un armario debajo de las escalera.

- ¡Arriba! ¡Levántense! ¡Ahora!- gritaba su tía golpeando la puerta.

Eugene y Elsa se sentaron, Flin tomó sus gafas y se las coloco para ver como caía polvo de las escaleras.

- ¡Arriba primos! ¡Vamos a ir al zoológico!- grito su primo

Bajando las escaleras, regresando saltaba en ellas para hacer más polvo y caerle a los hermanos, Flin al momento que fue a abrir la puerta bajo corriendo su primo y lo empujo ocasionando que él empujara a su hermana.

Después de que Dudley fuera para la sala, los hermanos salieron de aquel armario debajo de las escaleras dirigiéndose a donde estaban sus tíos.

- Feliz cumpleaños querido- dijo aquella mujer de figura cadavérica besando el rostro de su hijo- ¿Por qué no tratan de hacer el desayuno sin quemar la cocina?- pregunto viendo a los chicos.

- Si tía petunia- respondieron Eugene y Elsa al unísono.

- Quiero que todo resulte a la perfección- respondió ella, luego cubrió los ojos de su hijo y lo encamino a la sala- en el día especial de mi Dudley-

- ¡Rápido! ¡mi café, niña!-

- Si tío Vernon- dijo la pequeña sirviéndole café.

Mientras tanto, Petunia apartó sus manos del rostro de su hijo para ver montones de regalos en la sala.

- ¿No es maravilloso, mi cielo?- dijo la mujer.

- ¡Dime cuantos son!- pronuncio el hijo al mismo tiempo que volteaba a ver a su padre.

- 36 hijo, los conté yo mismo-

- ¿¡36!? ¿¡Por qué!? ¡El año pasado fueron 37!- grito el niño gordinflón y sus primos negaron con la cabeza estando en la cocina.

- Oh si, peri este año son más grandes...- empezó a justificar el padre.

- ¡No me importa el tamaño que tenga!-

- No, no. Cuando salgamos te compraremos dos regalos más, ¿Qué tal, terroncito?- declaro la madre.

La familia salieron, tía petunia y Dudley subieron al auto, en el momento en el que los hermanos iban a hacer lo mismo, llego su tío cerrando la puerta y apuntándoles con el dedo índice.

- Se los advierto muchachos- dijo amenazante- no me provoquen, no intenten nada o se quedaran sin comer una semana. Entren-

Subieron al auto y viajaron hasta el zoológico, ninguno decía nada. Elsa miraba por la ventana como había familias con sus hijos tomados de la mano yendo a la entrada del lugar.

Al primer lugar donde fueron tenia de título:

"Casa de los Reptiles"

En el momento en que salían unos estudiantes uniformados entraron los Dursley seguidos por los pequeños Potter. Estaban frente al habitad de una serpiente, esta estaba detrás del cristal esparcida por las ramas.

- ¡Que se mueva!- dijo dudley

- ¡Muévete!- dijo el padre con sobre peso mientras golpeaba el vidrio.

- ¡MUEVETE!- grito más el cumpleañero.

- ¡Esta dormida! –declaro Flin.

- Que aburrido- al decir esto el niño se fue con su madre.

Los hermanos se quedaron, negaron por el comportamiento de su primo y volvieron a ver a la serpiente.

- Discúlpalo. No sabe lo que se siente- el niño fue el primero en hablar.

- Estar encerrado noche y día- continuo Elsa- ver como vienen y ponen su cara contra el vidrio-

Entonces la serpiente levanto su rostro y les guiño a los hermanos.

- ¿Estas escuchándonos?- pregunto sorprendido y la serpiente asintió- wow, nunca hablamos con una serpiente-

- Y tu...bueno ¿Sueles hablar con la gente?- ella negó- vienes de Birmania ¿No? ¿Allí naciste? ¿Extrañas a tu familia?-pregunto entusiasmada la chiquita.

- La serpiente movió señalando al cartel en la pared.

"Criada en cautiverio"

- Entiendo, también es nuestro caso. Jamás conocimos a nuestros padres- dijo Eugene.

- ¡Mamá, papá mírenlo que está haciendo la serpiente!- grito el cumpleañero llegando y empujando a el mayor de los Potter.

Su hermana se puso a su lado ayudándolo antes de darle una mirada de mal gusto a su primo. Y sin esperárselo el cristal desapareció ante sus ojos haciendo que su primo cayera al estanque de la serpiente, la cual iba arrastrándose hasta salir y dirigirse a los hermanos.

-Gracias- hablo con siseo.

- No hay porque- dijeron a la vez.

Comenzó a arrastrarse hasta espantar a la genta, la cual gritaba y corría.

- ¡Mami, mamá ayuda!- grito su primo quien había quedado encerrado en el habitad de la serpiente ya escapada.

- ¡Mi niño! ¿¡Qué fue lo que paso!?- decía la madre mientras golpeaba el cristal-¡esta la serpiente!-

Flin y Elsa reían viendo la cara de desesperación de su primo, pero se detuvieron cuando sintieron la mirada de su tío en ellos.

Regresaron a casa donde les esperaría un buen regaño.