Creeper Derek |STEREK|

Capítulo 5

Stiles está dormido cuando siente que unos brazos lo levantan del suelo donde estaba durmiendo. El humano gime y se acurruca contra la fuente de calor que siente, gimiendo de nuevo, y esta vez de descontento, cuando lo tumban en algo más cómodo, pero perdiendo esa fuente de calor.

La mano de Stiles se aferra a la tela que tiene más cerca de la fuente de calor y evita que se aleje de él. Un suspiro resuena y Stiles abre los ojos, viendo como Derek, manchado de tierra y barro tiene una cara de incomodidad, queriendo alejarse de Stiles.

El humano se sienta y ve que está en la cama de Derek, dejando que el lobo se aleje unos pasos de él. —Saliste corriendo. Llevo esperándote cuatro horas.

Derek hace un ruido que puede interpretarse de todas las formas posibles, y se rasca el brazo de forma incómoda. Stiles no quiere estar dolido pero, auch, le duele mucho la actitud de Derek.

—Siento haberte querido forzar a hacer cosas que no quieres, y de verdad que lamento que hayas tenido que huir de tu propia casa. —Dice Stiles levantándose de la cama y abrazándose a sí mismo mientras Derek no puede mirarle a la cara. —Pensé que podríamos tener algo. Juntos. Como los dos, pero no quiero obligarte a nada. Si quieres seguir así, entonces me alegro por ti y espero que seas feliz.

Stiles se traga las lágrimas y se pone de puntillas antes de besar la mejilla de Derek, luego se da la vuelta y sale de la habitación del lobo, mirando como Derek sigue mirando el suelo con los puños apretados, casi blancos de la fuerza que está haciendo.

—Siento haber irrumpido así, señora Hale. —Murmura Stiles en la entrada y sonríe levemente aunque su sonrisa nunca llega a sus ojos. Talia suspira y besa su frente, pensando en lo terco que es su hijo y en el daño innecesario que está sintiendo.

—Eres siempre bienvenido a venir cuando quieras. —Dice Talia y acompaña a Stiles a su Jeep. —Sobre todo cuando tiras cafés en mi hermano.

Stiles resopla de forma acuosa a su pesar y se despide de los demás Hale que están mirándolo de forma triste desde la entrada. El humano sube en el Jeep y conduce hacia su casa.

Si esto fuese una estúpida película romántica, Derek correría detrás de él gritando porque se pare, o estaría en su casa con un ramo de flores o una caja de chocolates. Pero este es el asqueroso y deprimente mundo real, y aunque Stiles siempre es positivo y alegre, no puede evitar agarrar su manta y esconderse del mundo sobre la cama de su papá mientras llora por su corazón roto.

Algunas horas después, cuando sabe que el colegio ha terminado, la cama de su papá acaba lleno de Scott, Allison, Lydia, Jackson, Isaac, Erica, Danny y Boyd abrazándolo mientras lo consuelan.