Isabel y la casa de los Saavedra

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Mucho se habló del tiempo de hambruna en La Paz durante el año de 1781.

Debido a un cerco que se dio por parte de grupos rebeldes a la colonización, en la ciudad desapareció todo alimento disponible, y los habitantes tuvieron que hacer de todo para alimentarse a ellos y a sus hijos. Al principio, todo alimento disponible fue consumido, luego comenzaron a desaparecer animales como perros o gatos de las calles, cuando ya no había nada de carne que comer, los habitantes incluso llegaron a comer sus prendas de vestir o los cueros de sus zapatos; cuando éstos también se acabaron, fueron las personas las que comenzaron a desaparecer.

Está situación de hambruna dio lugar a historias de amor que aún son recordadas hasta la actualidad, como la de un revolucionario que se enamoro de una sirvienta y rompiendo las reglas del cerco le llevó comida a escondidas.

Pero también dio lugar a horribles historias de personas desesperadas por el hambre, como la que les contaré.

La familia Saavedra era prominente, con sus raíces en el Chaco, una rama del clan se mudo a La Paz cuando uno de los hijos fue nombrado coronel por parte de uno de los colonos, lo que requería su presencia en la capital junto a toda su familia.

Hubieron muy buenos años para la familia Saavedra, el coronel y su esposa Isabel tuvieron 3 hijas mujeres, a las cuales nombraron: Lourdes, Lucía y Liliana; la familia vivió en un casa acomodada, teniendo unas vidas tranquilas y felices, en medio de lujos moderados y un futuro que se volvía cada vez más próspero.

El año 1781 proponía un avance para ellos, pues la señora Isabel finalmente había quedado embarazada de un hijo varón, o eso decían las parteras por la forma de su vientre. Todos en la familia estaban felices, hasta los esclavos del matrimonio celebraron, y lo que parecería una fiesta para esta familia, pronto se convirtió en desgracia.

Cuando la revuelta popular de los indígenas comenzó, uno de los primeros oficiales a cargo que se encargo de reprimir las acciones violentas fue el coronel Saavedra, muerto en batalla después de intentar defender la ciudad de los revolucionarios.

Toda la familia se vistió de luto, nadie podía imaginar siquiera pena que debían sentir las mujeres del coronel. Su esposa Isabel, sola con tres niñas, y con 4 meses de embarazo ¿Podría lograr ella salir a delante después de algo como esto? Nadie lo sabía, pero todo el mundo rumoreaba al respecto, pues la desgracia de una familia que aparentemente estaba en ascenso llenaba de felicidad los resentidos corazones de los pobladores de La Paz.

Aun así, Isabel, deseando ser un pilar fuerte para sus tres hijas, no mostró debilidad, decidiendo esperar a enterrar a su marido antes de volver con su familia en su tierra natal. Esto demostró ser un grave error, que ella pagaría con sangre.

La dolida esposa ni siquiera pudo enterrar el cuerpo del coronel, ya que tan solo unos días después de su muerte, los revolucionarios volvieron a atacar, teniendo éxito en esta ocasión, logrando cercar la ciudad sin ser detenidos.

Así cualquier tipo de viaje ya sea de entrada o salida de La Paz fue suspendido, los revolucionarios atacaban ferozmente a cualquiera que intentara si quiera poner un pie fuera de la ciudad; algo que lamentablemente incluia también cualquier tipo de alimento que intentara ingresar a la ciudad.

Tan sólo en un par de días, y gracias al pánico de los pobladores encerrados, los alimentos disponibles en todos los mercados se acabaron, y los problemas de hambruna no tardaron ni un mes en comenzar.

En medio de este caos, Isabel intentaba sobrevivir con sus tres hijas. Después de pagar el velorio y el entierro de su marido, quedó con muy poco dinero, ya que supuestamente ella debería haber vuelto a casa con sus padres, donde los problemas financieros no la alcanzarían por un tiempo. Aún así, con las pocas monedas que le quedaban, aquellas que usaría para pagar los paisajes de regreso a casa, logró hacerse con un par de buenas provisiones en casa.

~asesinos seriales~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora