|•Zombies 2: Sobreviviendo•|

•Trece•

—Ah~— Jihoon dejó escapar un suave gemido.

—Shh... Los demás están durmiendo.

Jihoon asintió, sintiendo cómo su piel se erizaba desde su cuello hasta sus brazos; amaba cuando Seungcheol le susurraba al oído, dejando que su voz se volviera profunda y sensual. Los dos retrocedieron algunos pasos, hasta que Seungcheol llegó al borde de la cama y se sentó sobre ella, atrayendo el cuerpo de Jihoon y haciéndolo sentarse en sus piernas, donde el menor podía sentir el bulto de su entrepierna crecer contra su trasero. Seungcheol continuó con suaves besos en el cuello del contrario, subiendo a la nuca y luego bajando hacia sus hombros, donde la camiseta de Jihoon le dejaba besar la piel.

La primera prenda en desaparecer del cuerpo de Jihoon fue su camiseta, dejándolo a la merced de Seungcheol y revolviendo un poco sus cabellos. No quería contener sus gemidos, pero tenía que hacerlo si no quería que los demás despertaran y al día siguiente lo molestaran un poco, haciendo que la vergüenza se hiciera evidente en sus mejillas. Entre besos y caricias, ambos terminaron desnudos, avivando sus cuerpos con tranquilidad y un toque de pasión.

Después de deslizar su ropa interior por sus piernas y dejar que Seungcheol hiciera lo mismo, dejó que el mayor se hiciera cargo de dilatar su entrada, ya conocía bastante bien su cuerpo para hacerlo adecuadamente y saber cuándo estaba listo. Se tomaron su tiempo en los juegos previos, donde Jihoon se giraba ligeramente para hacer que sus labios chocaran y se unieran en un fogoso beso. Sin embargo, regresó al lugar donde su cuerpo pertenecía, esta vez dejando que el miembro de su novio se introduciera en él con lentitud. Seungcheol gruñó a lo bajo, dejando una gran marca en la piel de la espalda de Jihoon, mientras el más bajo se aferraba a las rodillas de Seungcheol.

Sus cuerpos comenzaron a moverse con lentitud y en sincronía, cada vez que Jihoon bajaba, Seungcheol empujaba sus caderas hacia arriba, llegando más profundo en el cuerpo del más bajo. Respiraban pesadamente, el sudor comenzaba a acumularse en sus cuerpos y los jadeos se hacían presentes, aunque trataban de contenerse más. A pesar de estar llevando un ritmo lento, era cómodo y satisfactorio para los dos, estaban tomándose su tiempo, disfrutando de cada sensación, de cada caricia, y de cada beso que Seungcheol le brindaba a Jihoon.

—Mmgh... Hoonie~ un poco más rápido— murmuró suavemente muy cerca del oído del menor.

Jihoon respondió con un bajo gemido y comenzó a subir y bajar cada vez más rápido por la extensión de Seungcheol, sabía lo mucho que al mayor le gustaba el sexo rápido, intenso y duro y también sabía que dentro de poco Seungcheol perdería el control y sería quien llevara el ritmo de sus cuerpos, lo que estaba bien para él, pues amaba cuando se volvía loco e intenso.

Tal como lo había pensado, Seungcheol no tardó demasiado en tomarlo de las caderas para que ambos pudieran moverse en la cama y tomar una posición más cómoda, donde Seungcheol podía comenzar a golpear con fuerza el trasero de Jihoon. Para mantener el equilibrio, Jihoon tuvo que colocar una mano en la cama, entre las piernas de Seungcheol, mientras que con la otra trataba de cubrir y ahogar los gemidos que no podía contener por lo rápido y placentero que era el ritmo que Seungcheol tomó.

Fue cuestión de algunas estocadas rápidas y certeras para que se corriera en el interior de Jihoon, llenándolo y apretando el agarre de sus manos en la cadera del menor, donde lo atraía más a su cuerpo para asegurarse de que tomara todo su líquido. Jihoon no pudo evitar reír cuando Seungcheol dejó escapar un fuerte gemido al correrse, se había contenido bastante bien, pero al final, cedió al placer haciéndoselo saber a Jihoon con aquel gemido.

—No te rías— dijo con una sonrisa que el menor no podía ver. Se sentó sin dejar que Jihoon saliera de su interior y tomó de su miembro para masturbarlo un poco.