𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟖

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Promesas. La noche anterior no había ido más allá de promesas y muy a mi pesar tuve que conformarme. Ese era mi castigo por ignorar sus sugerencias y dejarme llevar y tenía que aceptarlo sin quejarme.

Resulta y acontece que a él ni pucheros, ni besos, ni toqueteos lo hacen cambiar de opinión cuando está realmente enojado.

Elimino los recuerdos de la noche pasada porque solo logro afianzar mi decepción, en vez de eso intento concentrarme en mirarme al espejo de mi habitación y decidir si el atuendo es adecuado o no. Bueno, es solo una cita casual así que no veo realmente el problema en mi short y camiseta holgada.

Ni mamá ni mucho menos papá me había recibido cuando llegué así que no tendría que pedir permiso para salir. Lo tomo como una bendición. Me siento de buen humor como para arruinarlo con la presencia de mis padres...aunque presiento que de igual manera voy a arruinarlo en esa cita.

Sin darle más rodeo al asunto e inyectandome de valor y positivismo salgo de la casa directo a la cafetería en la cual habíamos quedado.

Ella está ahí sentada jugueteando con el borde de la tasa de su café, a mí no se me apetece nada así que solo me siento en frente de ella y la saludo con una sonrisa que se me borra en cuanto me deja saber con su mirada la repugnancia que siente al verme. Trato con todas mis fuerzas no sentirme menos y derrumbarme.

Tú: hola...la verdad es que no tengo mucho que decir, solo que realmente sea lo que sea que te haya hecho lo siento muchísimo, no fue con ninguna mala intención. -murmuro con una presión en mi garganta-

Ya expresé mis disculpas así que ahora es momento de escuchar lo que ella tenga que decirme.

Hanna: guárdate tus disculpas, no las quiero ni mucho menos la necesito para seguir con mi vida.

Tú: -suspiro- ¿qué pasó? Pensé que éramos amigas.

Hanna: nuestra débil y falsa amistad se desmoronó por tu falta de atención -se encoge de hombros- ¿crees que sea posible que alguien siga interesado en una amistad cuando la otra persona le ha dejado claro con acciones que jamás le importó? Nadie perdería su tiempo de esa manera. Yo por lo menos tengo dignidad, me dejaste claro que no me valoras así que yo no tengo porque valorarte. -niega con la cabeza- el hecho de que me cambiaste por alguien que sólo está jugando contigo es tu maldito karma -sonríe con maldad- porque que no te quepa ni la más mínima duda, ese chico lo que hace es aprovecharse de ti, de tu falta de amor. Sé que no está contigo únicamente por el famoso reto pero me gustaría confirmar mi teoría.

Tú: ¿puedo saber cuál es tu teoría? -pregunté con un hilo de voz-

Hanna: pena. Únicamente P-E-N-A.

Tú: ¿por qué piensas eso?

Sé que le estoy dando mucho significado a palabras de una persona que lo único que quiere es lastimarme pero no puedo evitar que todo lo que me dice se impregne en mi cerebro.

Hanna: tus cuadros de ansiedad, tus acciones suicidas, tus pesadillas, tus padres disfuncionales. Una vez que te cambiaste de escuela fuiste el chisme número uno, todos sabemos tu vida. Ahora, la verdadera pregunta es ¿quién no estaría contigo por pena? Eres tan miserable.

Tú: ¿y tu cómo estás tan segura de que él lo sabe? -eleve una ceja negándome a mostrarme afectada-

Hanna: es tu "novio" y estás enamorada así que por supuesto que lo sabe. Él no te va a dejar porque no le conviene ¿te has puesto a pensar en que dirá la gente cuando se enteren de que terminó de destruir a una chica que está en una situación perturbadora de su vida? Dirán que es una mierda y su madre se va a sentir decepcionada de su hijo perfecto, además de que se volvería un chisme y afectaría la reputación suya, de su madre y de la empresa que maneja.

ENAMORANDOME DE LA CHICA NERD | PARK JIMIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora