LXXIX

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Jimin se cubrió los ojos con ambas manos.

— ¡Jimin! — la señora Jeon Lo golpeó con un poco más de fuerza de la necesaria en el brazo, haciendo que el pelirrojo se quejara—. Sé un poco más hombre y aprende.

— Pero me da cosita~~— se quejó.

— Jimin-nie.

Al llamado de su novio, Jimin automáticamente abrió un espacio entre sus dedos para mirarlo.
Jungkook cargaba con un leve puchero y su ceño estaba fruncido. Ese día le cambiarían el vendaje de su cabeza por uno nuevo, menos cargado que el primero, y la señora Jeon y su hijo adoptivo tenían la tarea de aprender a hacer el vendaje para cuando le den al alta a su pequeño Jungkook, y sólo era cuestión de días para que tengan que valerse por sí mismos. La enfermera que les iba a enseñar ese complicado vendaje lo miró con algo de fastidio.

¿Listo? — preguntó la mujer, colocando sus manos sobre las vendas en la cabeza de Jungkook.

— Anda, Jimin, acércate— animó la señora Jeon, casi empujando al pelirrojo hacia la camilla.

Jungkook fijó sus ojos en él mientras la enfermera comenzaba a desarmar el vendaje, vuelta tras vuelta hasta dejar el cabello pelirrojo de Jimin a la vista.

Para la operación habían tenido que rapar a cero un lado de su cabeza, allí donde habían tenido que abrir, un apósito cubría la zona de puntos y fue lo último que la enfermera retiró, haciendo a Jimin temblar un poco por las pequeñas gotitas de sangre que había en esa pequeña almohada de algodón, dibujando la linea de los puntos en la cabeza de Jungkook.

Tranquilo, chico— dijo la mujer—. Este es el primer vendaje con el primer apósito, es el que puede presentar más sangre, los demás no tienen nada, quizás el segundo un poco, pero después van a salir limpios— explicó.

Jimin asintió un poco, estaba mordiendo su labio con nervios.

Bien, lo que sigue antes del nuevo vendaje es simple— comenzó la enfermera—. Tomas un poco de algodón, con agua oxigenada o solución salina y limpias un poco.

Jungkook hizo una mueca al sentir el algodón presionar contra sus puntos.

Tampoco muy fuerte, pobrecito— dijo la mujer—. Para que cicatrice más rápido puedes ponerle otras cosas, como pervinox, propóleo o polvo cicatrizante. Pero no es necesario, esto está cicatrizando muy bien— dijo, tomó un apósito nuevo, lo colocó sobre los puntos, sosteniendo con una mano, tomó el rollo de vendas, para sostener su extremo sobre el apósito.

Jimin vió con atención cada movimiento de la enfermera, contó cada vuelta y todos los pequeños trozos de cinta que terminaban sosteniendo cada tramo de vendas y fijandose con atención cuando escondía el último extremo entre las vueltas.

Este es el más complicado— dijo la enfermera—, pero su recuperación va avanzando muy bien, para cuando tenga el alta quizás ya tenga que usar el más simple, ya te lo mostraré, pero en pocas palabras, sonun montón de vueltas alrededor de su cabeza que sostienen el apósito— explicó, miró a Jimin, quién tenía los ojos concentrados en el vendaje de Jungkook.

La enfermera juntó todas las cosas y salió de la habitación con un pequeño asentimiento como saludo, dejando a los tres en el cuarto.

Jimin— murmuró Jungkook, el pelinaranja se sobresaltó un poco cuando sintió las manos de su novio tomar las suyas,estaba totalmente perdido de la realidad—. Tus manos tiemblan— añadió, con voz suave.

Jimin le dedicó una sonrisa nerviosa.

— Sí, sí... Es que no me gusta verte así— sus ojos fueron a las vendas.

Las ven-das son buenas— dijo el pelirrojo—. Las ven-das significa que me cu-raron, Jimin— y sonrió.

Jimin no puedo evitar sonreír también.

"Tan lindo".

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LOUD² «JIKOOK» حيث تعيش القصص. اكتشف الآن