Capítulo 2

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Noviembre de 1486

Los bosques del Palacio de Westminster pasaban como imágenes borrosas. Ella corría sin cesar, mientras sentía el invernal viento arder en su pecho; juraría que sus pulmones sangraban ante el esfuerzo

-  Anne...Anne – su nombre se escuchó lejano en un grito desgarrador. Sabía que tenía que seguir, alguien clamaba por ella.

- Anne – otra voz más cerca de ella logró que se detenga de golpe – Anne por favor – entonces fijo su vista al final de ese largo camino, había llegado – Anne...no te rindas – lo vio, debajo del árbol donde solían sentarse a leer

- ¡Padre! – su propia voz sonaba distorsionada – Padre...no...no me dejes – Henry IV estaba rodeado de su propia sangre, casi sin vida, retorciéndose con una fuerte tos – padre debes vivir, te necesitamos

- Anne...- la segunda voz, la que no podía encontrar, sonó desgarradora – Anne – rodeo el árbol, con lentitud y un gran charco de sangre empezó a mojar sus pies – Anne debes ser fuerte – ahogo un grito cuando vio a su tío Richard tendido, desnudo con varias espadas clavadas en su cuerpo, su sangre brotaba estrepitosamente – lucha... por nuestra sangre... nuestra casa – gruesas lagrimas rodaban de sus ojos - por favor despierta - se decía. No soportaba seguir viendo cómo se consumía la vida de ambos, quería gritar pero ningún sonido era capaz de salir – ellos me hicieron esto...recuerda quien es el enemigo – dijo con su ultimo respiro, entonces sus ojos perdieron el brillo característico de vida.

Fue allí cuando un grito agónico destapo su garganta haciéndola caer de rodillas.

Un tirón en su hombro la despertó abruptamente, se sentó limpiando el sudor de su frente.

- Lady Anne ¿está usted bien? Escuche su grito desde la otra habitación.

- Si Celia, solo fue un mal sueño, estoy bien – por la mirada de su nana sabía que no se iba a ir tan fácil.

- Anne, cariño te crie y te sostuve en mis brazos desde que naciste, se cuándo algo anda mal, te conozco

- Soñé con Richard – dijo su nombre con un sollozo – lo vi morir nana...y después estaba Padre que también moría –

- Oh cariño solo fue un mal sueño, ellos están descansando en paz, no debes preocuparte.

-¿Y si no? Quizás Padre si lo esté pero ¿Richard? Él fue asesinado nana, su sangre esta en las manos de todos ellos, esos bárbaros.

 - Anne, no importa cómo murió, él está en paz.

- Ojala así sea – contestó sin ánimos de creer su afirmación – ahora nana vuelve a dormir, todavía queda mucho para el amanecer - Celia beso su frente y salió dejándola en un mar de incertidumbre. "recuerda quien es el enemigo"..."lucha"...- esas palabras resonaban en su cabeza, golpeaban su alma una y otra vez. Su hermana ahora pertenecía a ellos, era la reina de Henry Tudor y llevaba al próximo heredero en su vientre, nunca le haría daño a Lizzy. Anne jamás tocaría a su hermana pero eso no aplicaba al resto de la familia, Alexander encabezaba su lista, sería el primero en caer, era la pieza de domino que terminaría por derribar a toda esa prole.

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Alexander caminaba deprisa, arreglándose la camisola casi con molestia, odiaba que lo interrumpieran pero Henry había solicitado su presencia y nadie, ni siquiera la exquisita Lady Herriet, podría tener más relevancia.

Los escuderos abrieron paso ante su llegada y en cuanto se encontró frente a su hermano mayor, fue casi imposible por parte de Henry no embozar una mueca de burla ante el aspecto desaliñado de su hermano.

Soft SeductionWhere stories live. Discover now