10. Destino.

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Natalia

Después de un rato charlando con Lorena volví al salón. Estaba cerrando la puerta del balcón tras de mi e iba a volver junto a Alba cuando me di cuenta de que ya no era ella la que estaba sobre el sofá.

¿Qué hace él aquí? ¿Cuándo ha llegado?

Es su novio, ¿tan raro te parece que haya venido?

Pero si son ya las 3 de la mañana. ¿Ahora viene? Pfff.

Pasé de largo, haciendo ver que no lo había visto para ir hacia el otro lado del salón, donde se encontraban bailando María y Julia.

-¡Natalia!- Escuché la voz del chico, que alzó la mano para saludarme con un intento de sonrisa.

Genial. ¿Puedo ser más gafe?

-Ey.- Me hice la sorprendida, acercándome a él para saludarlo. -¿Qué haces aquí?- Le pregunté por educación, después de que se levantara a darme dos besos. -¿Has bebido?- La forma en la que se dejó caer en el sofá me lo confirmó.

-Un poco.- Se encogió de hombros. La verdad es que no tenía buena cara. Sus ojos hinchados y su mirada dispersa dejaban claro que algo no iba bien. -Alba ha ido a su habitación a hacer una llamada, ¿te quedas a hacerme compañía?- A mi cerebro alcoholizado no se le ocurrió ninguna excusa rápida, así que acabé sentándome a su lado, dejando caer la cabeza sobre el respaldo, ya que empezaba a estar algo mareada. -Tú no vas mucho mejor que yo.- Soltó una débil risa.

-Voy como una cuba.- Reí yo también, cerrando los ojos para que todo dejara de darme vueltas. -¿Sabes qué es una cuba?- Él se giró a mirarme curioso y negó con la cabeza. -Es donde meten el alcohol para que fermente y todo eso.- Él alzó las cejas y sonrió volviendo su mirada al frente. -Me lo ha dicho Alba. Es muy lista, ¿sabes? Bueno, eres su novio, claro que lo sabes.- Solté con obviedad, y él suspiró, pasando una de sus manos por su corto pelo. -¿Pasa algo?- Pregunté extrañada por su actitud, nada común en él.

-Nada... No he tenido un buen día.- Me dedicó media sonrisa, sorbiendo por la nariz. -¿Tú qué tal con la chica del otro día? ¿Estáis saliendo?

-Me lo pidió la semana pasada y le dije que me lo pensaría. Pero hoy le he dicho que no.- Era al primero que se lo contaba, y ni siquiera sabía por qué lo estaba haciendo.

-¿Y eso?- Se incorporó, colocándose de lado para mirarme.

-No estoy enamorada de ella.- Me encogí de hombros. -Y no podía estar con ella queriendo a otra persona.

Tía, pero cállate. Antes con Alba casi la lías y ahora con su novio. Si no sabes beber no bebas, pero cállate la boca.

-¿Estás con otra entonces?

-Digamos que no es un sentimiento mutuo. Ella está con otra persona, pero aunque lo nuestro no pueda ser, no podía empezar algo que no iba a ser real.

¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Puedes dejar de meter la pata.

Pero si él no sabe de quién hablo.

Coño, pero si se lo dice a Alba ella sí que lo sabrá. Imbécil. Más que imbécil.

-¿Tú también?- Soltó el aire por la nariz con una sonrisa irónica. Yo lo miré algo confusa. -Bueno, mejor darte cuenta ahora que no cuando lleves un año con ella.

-Oye, esto... ¿Podrías no decirle nada a Alba de lo de la otra chica?

Claro, ahora intenta arreglarlo, como que él te va a guardar un secreto a ti. Que no sois amigos, que es el novio de Alba.

AuraWhere stories live. Discover now