7. Interrogatorio

1.3K 201 100
                                    

"Quédate conmigo, no te puedes quedar aquí

Dándome la espalda

Quédate conmigo, te amaré por siempre

Veo tu sombra diciéndome adiós

Quédate conmigo, no puedes quedarte aquí

En el frío

Quédate conmigo, te amaré por siempre

Todo lo que siento está rodando por mis mejillas"

Buck-Tick – Oriental love story


—Jotaro...

Su voz tembló al decirlo, al igual que todo su cuerpo y parte de su alma. Incluso cuando había intentado no pensar en él, por dentro, su corazón seguía sin recuperarse del todo. Sus ojos se movieron hacia el prisionero con lentitud, aferrándose con todas sus fuerzas a la posibilidad de que fuera un extranjero con la voz parecida.

Sintió una punzada muy fuerte en el pecho cuando se encontró con los filosos, pero poco expresivos ojos verdes de Jotaro. Mirándolo de la misma forma en la que solían hacerlo antes de separarse. Como si aún quisieran tenerlo de cómplice de las travesuras e irresponsabilidades, al igual que en sus días de estudiantes. Casi parecían invitarlo a salir a matar el tiempo y a recorrer la ciudad con la excusa de buscar trabajo a medio tiempo.

Incrédulo e incapaz de formular una oración coherente, ya fuera en japonés o inglés, sacó a su Stand para confirmar que no era un sueño. Intentó atacarlo con un golpe, siendo detenido por Star platinum que, a diferencia de su usuario, sonreía antes de devolver el ataque. Su presencia se sentía tan real que era en vano seguir buscando excusas.

Incluso si era de esa forma tan cruel, verlo una vez más lo hacía recordar la existencia de varias sensaciones cálidas en su repertorio de sentimientos, el cual creyó reducido con el paso del tiempo. Esbozó una sonrisa tímida, preguntándose si sería capaz de convencer a su superior de que Jotaro no era una amenaza y que lo enviara de vuelta con su familia.

—¿Qué haces aquí?

—Estás por interrogarme—dijo— ¿No lo notaste?

Suspiró, sintiéndose aliviado de que no había cambiado demasiado. Aun así, era demasiado incómodo intentar entablar una conversación, sobre todo tomando en cuenta la gravedad de la situación en la que se encontraban y los caprichosos sentimientos que comenzaban a golpear su pecho peligrosamente. No obstante, debía satisfacer su curiosidad e intentar descubrir qué sucesos habían hecho que él terminara como soldado para el ejército enemigo.

—No me refiero a eso— aclaró—. Quiero decir, ¿Qué hiciste para terminar aquí?

—Nada importante.

Apretó los dientes. Jotaro estaba más reservado que de costumbre.

—¿Y la señora Holy? —preguntó—¿Ella sabe que estás en la guerra?

Negó en silencio. Escondiendo su mirada en la visera de su gorra.

—Creo que el viejo se encargó de inventar algo.

—Jotaro...

Preguntó algo más, pero lo único que recibió como respuesta fue verlo levantarse, caminar hacía los soldados y murmurar en un torpe japonés que había terminado, manteniéndose en su papel de extranjero a la perfección. No entendía por qué evadía de esa forma el contestar a sus dudas. A este paso, incluso interrogarlo sería difícil.

Mientras el mundo cae (Jotakak)Where stories live. Discover now