Capítulo 9

5.4K 670 280
                                    

La noche fue una montaña rusa de emociones, de estar molesto Taehyung pasó a estar cansado de la situación que estaba viviendo con Jungkook. Ese punto muerto en el que se encontraba repitiendo siempre lo mismo, él solo y el castaño tan consumido y entregado a su trabajo que nunca estaba ahí con él. Promesas que quedaban en el aire que no eran cumplidas, destruyendo sus esperanzas y estabilidad emocional.

Encontró en la compañía de Jimin muchas cosas inesperadas, siempre se llevaron bien aunque no pasaran tanto tiempo a solas debido a que su pareja siempre estuvo con ellos. El rubio sabía cómo hacerlo sonreír y olvidarse de todos sus problemas, algo que tampoco era nuevo. Tenía la habilidad de hacerlo sentir el centro de el universo, encaramarlo en lo más alto de un pedestal y aunque esto pudiera parecer un tanto frívolo, Taehyung necesitaba de eso, sentirse importante para alguien, ser la prioridad de alguien.

Era consciente de que todo aquello era como una noche mágica que caducaría al concluir la jornada, el auge de emociones deshinibidas con el alcohol que los hizo relajarse.

— Por la soltería. — Sus recipientes colisionaron entre sonrisas amigables, pues por raro que pareciera anteriormente para Jimin, se sentían cómodos. — Sabes, no me explico cómo es que estamos solteros. ¿Qué hay de malo con nosotros?

— ¿Con nosotros? Absolutamente nada malo, allá quien no nos valore. — El rubio lo observó sonriente, es que se veía demasiado atractivo y tierno con sus mejillas ruborizadas.

A decir verdad, perdieron un poco la noción del tiempo entre risas y pláticas amenas, agradables para ambos. Congeniaban muy bien, mucho mejor que cuando se conocieron en la universidad. Ese recelo que en algunas ocasiones Jimin sintió de forma esporádica volvían a desaparecer. Podía entender porqué su ex novio y primer amor se sintió atraído de ese castaño, su personalidad, su belleza era innegable e incluso esos labios que abrazaban el metal y absorbían el vino de arroz eran completamente cautivadores.

Se removió incómodo en su asiento al sentir como extrañamente su entrepierna le palpitaba frente a algo tan común que, acompañado de sus pensamientos lascivos causaron un efecto que no esperaba.

— ¿Todo bien? — Preguntó Taehyung al verlo frotar su rostro y beber de golpe lo que quedaba en su recipiente, suspirando con pesadez. — Si ya deseas irte podemos hacerlo, creo que hemos alargado la última noche del viejo año y el recibimiento del nuevo lo suficiente.

— No es eso, sólo... — Notó como se humectaba los labios y aquella masculinas manos de considerable tamaño se posaban sobre sus muslos. Lo escuchaba pero no procesaba correctamente sus palabras. No sabía si Taehyung lo había notado o no pero no estaba muy seguro de haber podido ocultar correctamente sus pensamientos. — Es sólo que estoy un poco cansado. ¿Te molestaría si te acompaño a tomar un taxi?

— No, claro que no, vamos. — Contestó con una sonrisa buscando su billetera para pagar pero Jimin lo detuvo diciendo que se encargaría de todo.

Lo vio levantarse de su asiento notando como el pantalón se adhería a su cuerpo mostrando lo bien formado que estaba. Su trasero era tan sorprendente como sus muslos y jugosos labios. No le costó caer en cuenta de sus pensamientos, desviando la vista mezclando un poco de agua en su recipiente para calmar el vapor que incrementaba en su interior. Ya había olvidado lo que era sentirse apresado por un cuerpo así, perderse en el interior de alguien.

Desde el momento en que comenzó con Jungkook, cedió ese otro rol que le gustaba desempeñar. Difícil no fue, poniendo de lado que su pareja le complicaba resistirse a sus caricias volviéndose un manojo de placer receptor de cada cosa que le hacía, no le importaba entregarse a alguien que amaba. Entregarse en cuerpo y alma a su pelinegro fue algo que hizo siempre gustoso pero no podía negar que esa otra parte le faltaba.

TRIANGLEWhere stories live. Discover now