Día Libre

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*Ino*

......

La puerta principal chilló como siempre, indicando que alguien entraba, vi la delgaducha figura de Sakura atravesar el marco y cerrar apaciblemente. Su mirada era distante, sus pasos lentos, y sus manos temblorosas. No llegó más lejos del sofá, cuando sus piernas parecieron perder la fuerza, dejándola caer sobre el acolchonado mueble, yo me acerque con cuidado, no quería espantarla y una vez a su lado, le puse la mano en la frente para asegurarme que su estado no se debiera a un malestar físico. Nada, tenía la temperatura normal.

-Sakura ¿qué te pasa? -ella no me miró, seguía perdida en sus adentros- cariño ¿Estás bien? -aún nada- ¿Cómo te fue con Naruto?

-Ya lo vi.

La oración que su temblorosa voz apenas susurró no alejó mis dudas, al contrario, estaba más confundida.

-Cielo ¿Quieres que te prepare un té?

Ella negó con la cabeza pero no le obedecí, necesitaba relajarse y yo tenía las hierbas perfectas, pero cuando intente levantarme su mano se aferro a mi brazo con fuerza, ahora sí me miraba.

-Ino, ya vi lo que mi trabajo en la Industria farmacéutica de Orochimaru hacía -tragó saliva pesadamente y desvió la mirada al suelo- esas pobres almas... Es mi culpa.

Comenzó a llorar sonoramente, su cuerpo se contraria en temblores inquietos mientras sus manos cubrían su rostro, Sakura... la abracé con ternura, era mi mejor amiga y debía hacerle saber que estaba con ella.

Esa fue la última vez que la vi, al día siguiente dijo que tendria que salir a arreglar unas cosas y que en tres días estaría de vuelta, pero la fecha acordada pasó y ella jamás regresó.

......

Me desperté con lágrimas en los ojos, aunque siempre estuviéramos peleando en verdad la quería, digo, es mi mejor amiga y no sé nada de ella hace ya bastante... Espero que esté bien...

Algo me sacó de mi melancólico estado, un ruido, uno muy sutil pero ahí estaba... ¿Eran pisadas? Eran tan agraciadas y discretas. Saqué de mi mesita de noche un afilado kunai con adorno de flores, un pequeño recuerdo de cuando vivía con mis padres y que además conservaba para defenderme.

Abrí la puerta muy despacio, no quería hacer ruido. Cuando cruce el marco vi todo en perfecto estado, los adornos, los muebles y hasta las basuritas que dejo de vez en cuando estaban en su lugar, debió haber sido mi imaginación.

Me di la vuelta dispuesta a regresar a la cama pero algo me jaló del brazo haciéndome girar, su agarre era fuerte y por más que forcejeaba no podía zafarme, entonces recordé que traía el kunai y dirigí su punta al cuerpo del hombre enmascarado que me tenía sujeta.

Wow, era muy bueno, en un rápido movimiento detuvo mi ataque y me desarmó, lanzando el kunai lejos de mi alcancé. Maldición.

-Color de ojos, cabello y rasgos faciales: incompatible; Estatura y forma corporal: incompatible. Probabilidades de ser el objetivo: escasas -¿de que rayos estaba hablando? Metió su mano en una bolsa tras el y sacó un papel enrollado, al desenvolverlo sin haberme soltado pude ver que era un dibujo de Sakura hecho a mano y con tinta- Sakura Haruno vive aquí -asentí aunque en realidad no era una pregunta- ¿Dónde está?

Comencé a negar boquiabierta, no entendía nada -ella... Hace poco más de un mes que desapareció...

-Ya veo.

-¿Dónde está tu placa?

-¿Perdón?

-Sí... Me pareció bastante extraño que la policía investigará a estas horas, pero considerando la situación de Sakura...

En manos de un terrorista (historia Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora