Capítulo III

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Después de ese extraño viernes, el fin de semana paso a la velocidad de la luz, Nora y yo pasamos los dos días viendo Netflix y leyendo sagas vampíricas. Si éramos unas raritas pero nos encantaba todo lo que tenía que ver con fantasía, aunque, quitando que amaramos todas esas historias, eran solo eso. Historias.

-¡¡El lunes llego, amiga!!- Nora empezó a saltar a lado mío gritando para despertarme.

-Dejame... Quiero dormir- Dije yo entre quejas.

-¿Segura?... Aiden a mandado un mensaje al grupo nos espera en 20 minutos. - Dijo Nora con picardia.

-¿Aiden? Pero vive en la otra punta- Ya no me interesaba dormir tanto, coji el móvil y busque el grupo: "Trío infernal". (Si, así nombro la señorita que tengo al lado, al grupo del que formamos parte única, y exclusivamente nosotros 3.)

^Leí el mensaje de Aiden: 'Chicas os espero en la puerta del parque en 20 minutos'. Nora había cambiado el significado del mensaje de "os espero en el parque", a "os espero en la puerta de tu casa Nora".^

-Bueno..., no exactamente pero... ¡A prepararse!-

La pelirroja en menos de un segundo ya estaba en frente del armario y saco dos vestidos veraniegos, aunque estuviéramos en Febrero, en nuestra ciudad siempre hacia calor a excepción de las noches que eran especialmente frías. El vestido que escogió para ella era un azul marino precioso, que se ajustaba perfectamente a la cintura de Nora y era decorada con una especie de soga fina con flores de tonos rojizos, y a partir de ahí el vestido caía hasta sus muslos. El que me paso ella era un vestido blanco con escote en 'V' y de manga corta acabada en un volante un poco más arriba del codo y hasta la cintura era entallado donde cambiaba de color al negro y hacia una falda estilo patinadora preciosa hasta mis muslos. Era precioso pero alomejor demasiado para el Instituto.

-Nora es precioso, pero... ¿No iré demasiado formal? - Dije con dudas.

-¡No digas gilipolleces! Estarás preciosa y esta vez, yo te peino- Dijo mi amiga mientras me giñaba el ojo.

Después de ponernos los vestidos Nora saco su plancha y empezó por ella, yo mientras observaba embelesada, como se peinaba. Antes de coger la plancha se hizo una trenza de raíz desde un lado de la cabeza hasta el otro donde finalizó la larga trenza y la dejó descansar sobre su hombro, despeino un pelin varios pelos y con la plancha los hizo girar, dejando una onda perfecta. Y cuando término se colocó una diadema del mismo estilo de su cinturón pero, a diferencia de este las flores eran bastante más grandes y hacían que los bucles pelirrojos resaltaran todavía más. Para finalizar escogió unos botines estilo vaquera, y siendo un color crudo claro quedaba perfecto al 'oufit' de mi amiga.

Yo preferí algo más sencillo. Pelo suelto. Así que me hizo unas ondas bastante naturales, con destreza, y sin fallo alguno cogió dos mechones de la parte de alante y los unió en la parte trasera de la cabeza con un pasador de piedras preciosas. Las piedras rosadas destacan con el precioso vestido blanco y negro (que a mi parecer era demasiado formal). Para rematar mi peinado lo despeinó un pelín en la parte de alante justo donde mi preciado flequillo terminaba. En los zapatos Nora me recomendó unas sandalias finas blancas que hacían el 'look' más informal. Giré  tantas veces sobre mi misma para verme que casi me caigo mareada.

Los 20 minutos pasaron rápido y bajamos corriendo hacia el parque donde estaba Aiden.

-Hola chicas- Dijo Aiden al vernos llegar.- ¿A dónde vais tan arregladas señoritas? ¿Queréis estar a la altura para lucir por el Instituto mi buena compañía?- A el chico que teníamos por amigo le encantaba hacernos ese tipo de bromas siempre desde el cariño, especialmente porque sabía que yo nunca me callo cuando me hacen "bromitas".

Buenas!- Dije yo fatigada por la carrera desde casa de Nora.- ¡Más quisieras tu "Don Perfecto"! Nos hemos arreglado porque queremos y porque podemos.- Termine mi frase con aires de superioridad y cruzando mis brazos mientras me inclinaba hacia él.

-¿Nos vamos tortolitos?-Rió Nora.

Y vuelta con el maldito tema que lleva repitiendo 2 "fantásticos" meses... Aun sabiendo que mi amiga no lo hacía con mala intención y lo único que quería era un cotilleo lo más cercano a ella, no pude evitar sonrrojarme un poco. Sin esperar respuesta alguna Nora y Adien se pusieron a caminar hacia el Instituto.

Como todas las mañanas el camino fue relativamente normal, con las quejas de Nora sobre el pobre profesor que la tenía como alumna a primera hora. Esta mañana el docente involucrado era el Señor Allan, profesor de Historia del Arte, una de mis asignaturas favoritas, cosa que mi querida Nora no compartía.

-¡En serio, no lo entiendo! Para que narices me sirve estudiar un cuadro de hace mil años, si no voy a estudiar Historia del Arte-

-Pero quieres hacer periodismo, tendrás que saber lo que hizo la humanidad. Además, solo nos quedan 4 meses para la selectividad y largarte a la Universidad- Dijo el azabache para no desanimarla. Al mismo tiempo que ya estábamos en la puerta del centro.

••

Después de llegar a la clase Nora y yo esperamos al Señor Allan para dar la clase, la razón por la que me encantan sus clases es porque no son las típicas clases que un tio llega, explica todo con una voz soporifera y se va. En sus clases nos pedía mucha participación, antes de explicar algo nos hacia una pregunta y nos daba la opción de contestar supiéramos o no.

-¡Buenos Días!- En el momento en el que entró por la puerta todo el mundo le atendió.

-Hoy vamos a hacer algo especial-

-¿Que día su clase no es especial?- Dijo un gracioso que se situaba al fondo de la clase.

-Si supongo que mis clases no son las convencionales.-Respondió el Señor Allan bastante divertido- Pero con  especial me refiero a que nos vamos de aquí, quiero que veáis las obras en persona.-

{¡Si!, en estas salidas parecía una cría de 5 años pero no podía evitar emocionarme ante la idea de tener todos esos cuadros delante de mis narices en mi clase favorita}

••

-Esta bien, antes de entrar ¿De que tipo o estilo de cuadros vamos a analizar hoy?- Como siempre el Señor Allan empieza con las preguntas.

-¡Realismo!- Dice una chica.

-Vas encaminada, ¿alguien mas?-

-¿Fantasía?- Se me ocurre decir por azar. Recuerdo cuadros que muestran seres mitológicos, pero no sabía si estarían en esta galería.

-¡Perfecto Señorita Price, ha dado en el clavo! Esta sección se encuentran todo tipo de seres místicos pintados a la imaginación de los artistas y su percepción de la realidad-

El Señor Allan explicó todas las normas y fuimos pasando por todos los cuadros de la estancia, comentando el estilo de la obra y la historia detrás de esta.

Quedaban ya pocos cuadros para finalizar la sala y terminar la clase, y el último cuadros me dejó una sensación familiar en el aparecian 3 personas, todas Ángeles, un hombre con unas alas blancas enormes y que una de ellas rodeaba a una mujer muy elegante  por sus ropas pude adivinar que se trataba de unas personas importantes, como unos nobles de la edad media. En los brazos de la hermosa mujer había una niña, parecía su hija y en el momento en el que ví los ojos de la niña me quedé bastante sorprendida. Ese tono de ojos verdoso, brillante, vivo y tranquilo me recordaba a los ojos de mi madre, como si hubieran plasmado en pintura los ojos de mi madre. Pero era imposible, todos estos seres no existen, y podría ser una casualidad de que mi madre tuviera el mismo color de ojos. También estaba completamente descartada la idea de que la del retrato fuera ella. Primero: Ella no tenía ningún tipo de alas. Y Segundo: este cuadro había sido pintando en 1897 mi madre, obviamente, no había nacido. Sin saber porque senti que ese cuadro era más importante que cualquier otro o de lo que parecía a nivel artístico y parecía que me buscaba para decir algo. Con esa extraña sensación volvimos al Instituto a seguir con el resto del día.

-Fight of wings-Where stories live. Discover now