-Fight of wings-

Especial San Valentín: 101 rosas

Después de toda la tarde dando vueltas al palacio con la decoración de festividad, era la hora de reunirme con Asher.

-Buenas noches Reina Celestia, disfrute con su familia este dia.- Dijo Thiago, mi fiel acompañante y consejero.

-Thiago porfavor, sabes perfectamente que no es necesario las formalidades, pero aún así, Gracias. - Respondi al moreno mientras salía de la sala.

Desplege mis alas y partí hacia la Tierra, recorrí todo el Reino para asegurarme que todo estaba en orden y seguí mi camino.

Llegue al lugar donde se encontraba la oculta sala de portales.

-{Asarin utuladud}- Recité en mi cabeza a la vez que pensaba en mi querido y verdadero hogar donde estaban dos de las personas que más quería en el mundo.

Apareció ante mi los majestuosos portales que me llevarian a mi destino. El portal verde estaba justo enfrente del portal de 'Yeria', mi Reino. Que gran casualidad que dos lugares muy importantes para mi estaban conectados por un camino recto.

A la vez que caminaba hacia alli, ví a mi alrededor a varios elfos, vampiros, dragones, sirenas... y demonios... No me daban mucha confianza pero me alegraba que estuvieran en el mismo sitio que otros seres sin guerra, en paz. Conservaba todavía la esperanza de conseguir que todos vivieramos en armonía y así, que llegará un día en que los humanos supieran de nuestra existencia y pudieran cruzar los portales sin peligro alguno. Ya me podía imaginar esa vida. Todos en armonía, felicidad... Era mi sueño desde que tome el trono y haré lo que sea para cumplirlo. Pero hoy no pensaría otra vez en todo el lío con los demonios, lo que quedaba de día sería para mi.

Me pare enfrente del portal a la Tierra y pensé en esconder mis alas y volver a la apariencia humana, poco a poco mis alas comenzaron a hacerse más pequeñas hasta esconderse, y sin dudar cruze hacia donde me estaban esperando. Apareci justo en la casa que tenía con mi esposo Asher.

-¡Ya estoy en casa!- Dije entrando al Salon- Pero... ¿Que es eso Ash?- Dije gratamente sorprendia, pues el salon estaba totalmente decorado con objetos de San Valentín, rosas velas, globos con forma de corazón y en la entrada había un camino de pétalos de rosas con pequeñas velas a los lados, que llevaba al centro donde había una mesa rodeada de los pétalos. En la mesa había un candelabro junto a unas fresas con chocolate en forma también de corazón. Asher estaba delante de la mesa con un enorme ramo de rosas en sus manos y estaba muy formal y esos ojazos marrones me miraban directamente a los mios.

-101 rosas...¿sabes lo que significa?-Me dijo el cuando yo me acerque.

-N-no,no lo se- Dije yo antes de darle un beso.

-Amor eterno, eso significa. Yo te prometo mi amor para toda nuestra vidas, muertos incluso te seguiré amando, con estas rosas te quería demostrar todo, para que nunca lo olvides.- El moreno que tanto amaba se sonrojo al decir esto pero en su ojos pude descifrar sinceridad y amor. Yo también le cumpliría esa promesa, sin pensarlo ni un instante, todo lo que costo para que nos dejaran casar y formar nuestra vida había válido la pena, sobretodo porque nuestro amor se hizo más fuerte sin ninguna duda.

-Te amo. - No me hacia falta decir nada mas, junte mis manos con las suyas que estaban sobre en ramo y nos besamos de la forma más pura que nadie había dado un beso. Pero nuestro beso fue interrumpido por un pequeño llanto. Subí al piso de arriba y ahí estaba mi ángel, la cogí en brazos y las dos bajamos al Salón donde estaba su papa.

-¿Tu sabias todo lo que papá había preparado a mamá, Erika?- La pequeña niña que tenía en mis brazos me miro y sonrió de una forma muy tierna, eso era un si.

-Erika me ayudó a elegir las flores para mamá- Dijo Asher acercándose a nosotras.

Los dos miramos a la pequeña niña, éramos los 3 una familia llena de amor verdadero, un amor que nunca acabaría.

-Nuestro angel- Dijimos al unísono a la vez que nuestra hija se dormía en mis brazos.