Capítulo 42 : Pollo y Jugo

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- Llegamos temprano? - checa la hora - No me gusta entrar de última a las reuniones

- Había una reunión? - pregunta siguiendola

- Mónica - suspira - Cada tanto hay que reunirse con los socios - va a la sala

- Cómo supiste que está era la sala? - se sienta al lado de ella

- Ya había venido no recuerdas? - la ve

- Ah si - sonríe - Perdón, es que tu parecido con mi mamá a veces me confunde un poco

- Lo lamento - revisa las carpetas

- Me hubiera gustado asistir a estás juntas con ella - la imita

- Tienes a tu tía - revisa las gráficas

- No es lo mismo, mi mamá entendía todo esto a la perfección, por eso tenía muchos socios y su constructora era la mejor - cierra la carpeta

- Entonces aprende a manejar su legado enves de pensar en un "hubiera", esto es tu sustento Mónica - le dice sería - No es un jueguito

- Así hasta me recuerda a la Doña - sonríe un socio entrando - Verónica no? Mucho gusto - le extiende la mano - Soy...

- Carlos Martini - la toma - Si se quien es

- Acaso me investigo? - se sienta - No será acaso pariente de la Doña?

- No - cierra la carpeta - Pero todo el mundo sabe que si quieres tener éxito en tus negocios debes saber con quien te asocias








Un par de minutos después entran Regina con los demás socios, discuten sobre los proyectos, las gráficas, el dinero que se deberá de invertir y otras cosas más.

Saliendo de allí va a su oficina tenía papeles que firmar para retirar cierto dinero e invertir, Matamoros entra dejándole su jugo sobre la mesa.

Además de un sándwich, todavía no comía por andar detrás de Dani y ahora en la constructora, toma asiento frente a ella.








- De que es? - toma sus pastillas junto el jugo

- Pollo, ya que la carne te está desagradando - ríe - Tiene, tomate, lechuga, no se que otras verduras y queso, ahora come - le quita los papeles

- Eres un amor sabías - revisa su sándwich quitándole las cebollas

- Le sacas lo que le da sabor - niega

- No traje mi cepillo de dientes - chupa sus dedos - Tampoco tengo mentas o chicle, no me puede apestar la boca - come

- Que más tienes que hacer? - saca sus papas comiendo

- Presentar esos documentos, para que me den la cantidad que pedí allí, luego tengo que depositar - suspira viendo su sándwich - Te estoy empezando a amar un poco más que a mi marido

- Tienes una hora aún - ríe - Hay que ir por la princesa

- Si y llevarla por helado - se recarga en la silla - Me haces un favorcito - sonríe

- Que quieres - se levanta

- Chocolate - ríe - Pero del blanco, quiero algo bien dulce

- Tienes tu jugo - lo señala

- Pero como que le falta azúcar, andale no te cuesta nada - hace un puchero - Mandaría a mi marido pero está preso

- Ya te dijeron que eres una chantajista de lo peor - rueda los ojos yéndose

- Me amas - ríe - Me vas a decir - alisa su vientre - Por que ya no quieres carne? Sólo olerla haces que me den ascos

- Hablando sola? - entra Saúl tomando el lugar de Matamoros - Almorzando a las 9:00 de la mañana?

- No es almuerzo y a ti que te importa si hablo sola o no - bebe de su jugo

- De verdad vas a esperar a Zaid para saber el sexo? - la ve - No sientes curiosidad

- El bebé es de ambos - observa como se mueve - Y lo descubririamos juntos, así tenga que enterarme en el parto, esperaré - sonríe acariciando

- Quién va acompañarte si el no sale libre - la ve

- Tengo trabajo que hacer, podrías por favor abandonar la oficina? - tira la envoltura del sándwich

- Deberías pensarlo - se va cerrando la puerta

- Mi amor - coloca ambas manos - Te prometo que haré todo lo necesario para traer a tu baba, el va estar ahí - sonríe leve







Lava sus manos volviendo a los papeles, deja todo en orden y los presenta saliendo con su cheque.

Caminaba por los pasillos observando a todos los empleados, ella nunca se había detenido en sus negocios hasta que adoptó a Dani, aún así pudo trabajar bastante.

Pero ahora le estaba costando más, se distraía demasiado, la angustia de no saber que estaba pasando con Zaid carcomia el 50% de sus pensamientos.

El otro 50 eran los niños, hablando de niños debía ir por Dani, apresura sus pasos a la oficina y se topa con Regina, quien la obliga a detenerse unos instantes.







- Regina ya voy de salida - le hace señas a Matamoros para que tomará su bolso - Tengo que buscar a mi hija del kinder

- No te quitaré mucho tiempo, me enteré que somos vecinas, necesito que pases por la casa apenas puedas, debo darte unos papeles muy importantes - le entra una llamada - Bueno te dejó - sonríe y se va

- Por que no me los lleva ella y ya - niega y se marcha junto Matamoros

HabibiWhere stories live. Discover now