Intersexual ○○Mclennon [MPreg]○○

Capítulo VI

Finalmente se cumplió la cuarta semana de embarazo, es decir, un mes. Y yo decidí volver a la escuela. Había faltado una semana completa ya que no me sentía mentalmente preparado como para afrontar a todo el colegio.

Pero ese tiempo lo dediqué plenamente a aprender cosas de feto-bebé. Según Linda, yo me encontraba en la "etapa crucial" del embarazo.
Me contó que el embrión —que medicamente llamaban 'blastoncito'—no tenía forma, sino que eran un conjunto de células. ¡El feto-bebé era una cosa redonda de células! Algo fantástico.
En cuanto a mí, seguía con los mismos síntomas: sueño, sueño...Y más sueño. ¡Me dormía incluso estando de pie! Eso era algo gracioso y lamentable a la vez.

—Sentémonos en el patio —le dije a mi amigo que aceptó con una sonrisa en el rostro. Ambos nos sentamos en una de las bancas que se encontraba en un rincón cerca del limonero que plantaron los chicos de primer año.

—¿Y cómo te has sentido en estos días? —me preguntó.

—Bien, de hecho no tenía muchas ganas de volver. Quería quedarme en la cama por el resto de mi vida —solté una risita.

—¿Y el feto-bebé? —preguntó.

—Anda por ahí, comenzando a formar su hogar dentro de mi vientre —carcajeé. —La ginecóloga Linda me ha recetado ácido fólico.

—¡¿Ácido?! —exclamó abriendo sus ojos como platos. —Eso es peligroso, Paul. ¡Se te puede desintegrar el vientre! —espetó asustado.

—¡No, tonto! —reí con ganas. —Es una vitamina que se debe tomar en el comienzo del embarazo. Tiene todo lo necesario para que feto-bebé crezca sano y fuerte.

—Ahh...bueno, entonces me quedo más tranquilo —dijo lanzando un suspiro de alivio. —¿Y...entonces ya te has decidido? ¿Tendrás al bebé? —preguntó.

—Lo tendré —asentí. —Luego de que nazca lo daré en adopción. Una familia amorosa cuidará de él o ella.

—Eso está bien, Paul —dijo. —¿Y John ya lo sabe?

—No —negué. —De hecho...no hemos hablado desde hace una semana. Supongo que él piensa que aborté —dije.

—¿Acaso no le contarás sobre lo que has decidido?

—No.

—Paul, eso no está bien. Él tiene derecho de saber que su hija-feto u hijo-feto sigue en tu vientre.

—Ringo, a él no le interesa. Además, no lo necesito. Tengo a mamá y te tengo a tí, no necesito a nadie más —le aseguré.

—¿Pero qué harás cuando te crezca el vientre? Él se dará cuenta de que no has abortado.

—No me interesa —negué. —Además daré en adopción a feto-bebé, él saldrá con las manos limpias de todo esto.
Debería agradecerme por no abrir la boca, porque si lo hago él será señalado por todos como el sujeto que embarazó al chico con vagina.
Además de que su noviazgo se iría al cesto de basura —dije en voz baja.

Y como si fuese por arte de magia observé como el susodicho cruzó el patio; no se encontraba solo sino que iba tomado de la mano de aquella chica rubia muy bonita, su novia Cynthia.

—Míralo ahí, haciéndose el heterosexual —comentó Ringo haciéndome reír.

Me reí tan fuerte que capté la atención de todas las personas que se encontraban a mi alrededor, y obviamente la de John y Cynthia.
Fue cuando yo me tapé la boca con la mano que nuestras miradas se chocaron. John palideció de repente y yo me lo quedé mirando.
Finalmente él reaccionó, y se esfumó con su novia hacia la cafetería donde siempre se juntaba con el simio Stuart y el simio Pete.