Capítulo 27

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Todo era oscuridad.

Sentía algo que me rozaba la bota del vaquero, pero no sabía que era. Tal vez, grama.

Athen y Kith tomaron sus celulares, y alumbraron.

—Esta casa... —la voz de Athen me aterraba, el tono que usaba—. Aquí vivía cuando tuvo a Draven y a Anubis.

—Pensé que se había perdido. —le respondí.

La casa era escalofriantemente hermosa y gigantesca. El techo era de punta y la estructura con madera beige, que en ese momento, se veía oscura, tal vez por la noche, y porque ninguna luz estaba encendida. Tenía solamente dos pisos, pero aún así, por dentro era gigantesca. Eran contadas las veces que yo había visitado ese lugar pues cuando mamá estaba más cuerda, no le gustaba que pasáramos mucho tiempo ahí.

"Tía hace cosas malas"

—Hay que entrar. Deben de estar en el sótano. —dije

—El sótano está en el jardín, si entramos directamente seremos muy obvios y podemos joder la cosa. —dijo Athen.

—Kenna no es tan estúpida como para estar en un sótano, a la fácil. —Kith se cruzó de brazos— ¿Hay algún otro lugar aquí que sea perfecto para esconderse?

Miré que Athen, y él se alborotó la melena rubia.

—El patio conecta con el bosque, y a penas entras hay un pequeño granero en donde solíamos guardar los caballos. —dijo Athen— Tiene que ser ahí.

Decidida, hablé.

—Iremos todos juntos. Para analizar la situación. Cuando veamos movimiento por parte de los Grier, actuaremos. Supongo que lo primero que intentarán hacer será herir a Kenna y a Eira para poder sacar a los rehenes; los chicos.

—También tenemos a otros dos por dominar —Adair tomó una pausa. Y prosiguió—: Artemis y Hayes.

—¡Ah, maldición! —Kith, frustrado, tiró de su cabello—. Okey, este es el plan: purga. El que se ponga cómico, tiro y al río.

—Se supone que debemos evita la mayor cantidad de muertos posible, Frate. —replicó Keitha.

—Aunque haya sido estúpido, en algo tiene razón: si no tenemos más opciones, tendremos que actuar con mente fría. —dijo Adair, mirando de soslayo a Kith.

Sin más que decir, nos pusimos en marcha. Fuera del drama, me sentía dentro de un videojuego en donde el objetivo era matar a la bruja y a su comparsa, y sobrevivir en el intento.

Rodeamos la casa, hasta llegar al patio, protegido con rejas. Kith y Athen subieron primero, y nos ayudaron a pasar.

Las chicas caminábamos delante. Ellos detrás, con todos los sentidos alertas.

—¿Es por ahí? —Adair señaló un punto en particular, cruzando la puerta de las rendijas, que daban paso al bosque. De ahí en adelante todo se veía terriblemente oscuro.

—Sí.

Con pasos firmes, discretos, y las miradas alternadas en distintos puntos del área, comenzamos a avanzar hacia la salida al bosque.

Cuando entramos, los árboles nos rodearon, al igual que la oscuridad. Lo poco que lograbamos ver era gracias a la luz brillante y espesa de la luna, bastante hermosa para una noche tan trágica.

—En el granero hay dos puertas, la que está por la parte trasera cerca del riachuelo, y la delantera que tiene tablas y restos de paja. —nos informó Athen— Lo mejor será que Kith junto a una de ustedes vaya por el riachuelo, y los demás vamos por la delantera. ¿Les parece?

SNOW  [S.S #05].Where stories live. Discover now