El frío cortaba su piel,
tanto como la soga su respiración.
Y la oscuridad se lo tragaba de a poco,
para que se quedara más tiempo observando.
Le hacían pagar sus pecados,
dejándolo ahorcarse con una soga que el mismo anudó.
Y él creía que aunque todos lo verían morir allí,
lo olvidarían al día siguiente.
Y aunque no fue así,
a él ya no puede importarle,
¿y qué puede importarle a alguien que ya murió?
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The hanging tree
PoetryDecían que había algo extraño en el árbol del ahorcado. Quizás lo extraño es el amor, llamándote para unirte a su baile mortal.