Si tan solo pudiese decirte

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"Me llamo Katia. ¿y tú?", dijo alegre.

"Soy Alex", dije con una sonrisa.

Sonó el timbre y me di cuenta qué había terminado el recreo. Desperdicie mi tiempo de recreo llorando y en un baño, simplemente penoso.

Reaccioné al ver a la chica de pelo negro que se encontraba al frente mío, extendiendo su mano para que yo la tomara.

"¿Te acompaño a tu sala?", dijo mientras esperaba que tomara su mano.

Asentí y tomé su mano. Era cálida y suave, me levanté y arreglé mi ropa. Katia me miró de manera tierna.

Salimos del baño, el cual se encontraba en un pasillo largo y al final de este había unas escaleras que daban al segundo piso y ahí estaba mi sala. Miraba a Katia de reojo, todavía no sabía nada de ella y me sentía incómodo, la verdad es que ya no podía relacionarme bien con los demás. Rompí el silencio al hacerle una pregunta.

"Emm... y ¿en qué curso vas?", dije tratando de hacer una conversación.

"Oh cierto. Voy en el 2A ¿y tú?", dijo regalándome una sonrisa.

"Voy en el 2C. ¿Cómo es que jamás nos habíamos visto?".

"Bueno. Yo casi nunca salgo de mi sala, me quedo con mis amigas ahí para hablar y estar más tranquila", dijo mientras caminábamos.

"Ya veo, yo siempre salgo de la sala con mis amigas", dije algo apenado al final. La imagen de Kristen vino a mi cabeza y sentí ese nudo de nuevo.

"Deberías venir en algún momento y así poder hablar", dijo sacándome de mis pensamientos.

"Sería divertido", dije con una sonrisa algo fingida. Sinceramente no quería, era lindo que me invitara, pero no sentía las ganas de querer hablar.

Subimos las escaleras, su sala quedaba a unos pasos de aquí, llegamos y nos quedamos cerca de la puerta.

"Espero verte otra vez, Alex", dijo Katia con una gran sonrisa.

"Yo igual, Katia", dije con una pequeña sonrisa atontada. Me guiñó un ojo y entró a la sala de clases, que linda.

Caminé hasta llegar a mi sala, la puerta estaba entreabierta, di un gran suspiro y me preparé para entrar. Kristen saltó de su silla al verme y vino corriendo hacia mí.

"¿Por qué te fuiste? ¿te sientes bien?", chilló la menor al verme. Era tan linda cuando se preocupaba, era lindo cuando se preocupaba por mí.

"Estoy bien, no te preocupes. Me sentí mal del estómago y corrí al baño", mentí para no preocupar a la menor.

Kristen hizo una sonrisa de satisfacción al escuchar mi respuesta, tomó mi mano y me llevó a dónde estaban las demás. Mi corazón empezó a latir rápidamente cuando nuestras manos se habían juntado, se sentía bien.

Las demás me hicieron la misma pregunta que Kristen y respondí con lo mismo, no quería que se enteraran de nada. El recreo ya había terminado y tocaba clase de Artes, fui a mi puesto y saqué un cuaderno mío lleno de dibujos. Me gustaba dibujar, Artes era una de mis asignaturas favoritas, pero la profesora no era de mi agrado.

Saqué unos audífonos de mi bolsillo y los conecté a mi celular. La profesora entró a la sala, pero no le tomé importancia, me caía muy mal. Busqué en mi música y puse una canción de Troye Sivan, no me gustaba el Pop, pero realmente me gustó su música.

¿Qué soy? LGBT+Where stories live. Discover now