Una mala noche

314 20 4
                                    

El teléfono había sonado provocando que Ji Hoo se retirara para permitir que Jan Di respondiera.
-  Si? ... ¿Jung Kook? No te recuerdo...ahhhh!!!
Ji Hoo fruncía la frente mostrando su enojo por la interrupción y al parecer Jan Di ya lo había notado, por eso trato de terminar rápido con la conversación.
- ¿Te parece si hablamos en otra oportunidad? En este momento me encontraba un poco ocupada - dijo la muchacha algo avergonzada - Está bien, nos veremos otro día.
Jan Di colgó y se sintió intimidada por la mirada que su amigo plantó en ella.
- ¿Dónde dices que lo conociste? - preguntó él por fin.
- En el parque de diversiones.
- Jan Di, sólo te pido que tengas cuidado, los hombres podemos ser muy persuasivos para conseguir lo que queremos de una mujer, ustedes son las presas y nosotros los cazadores.
La muchacha se rió de solo imaginar a Jung Kook con una escopeta y traje de caza
- Por favor Ji Hoo, ya estoy lo suficientemente grandecita como para no identificar a alguien que me hace daño, además.
Jan Di iba a seguir alegando pero nuevamente el teléfono timbró, provocando que el chico levantara de forma exagerada la ceja mientras Jan Di giraba los ojos
-  Espera, es Ga Eul - dijo la chica al ver quién llamaba - hola amiga, a los tiempos que ...espera... no llores ...no te entiendo...CÓMO QUE UN HIJO!!!, no te muevas de donde estás, voy para halla.
Jan Di ni siquiera se despidió, tomó sus cosas y salió corriendo sin soltar para nada el teléfono y sin notar que en el momento en que salía, el abuelo estaba por entrar.
Ji Hoo se encontraba parado en la sala  confundido, cuando su abuelo lo abordó.
- Sabía que eres un poco lento; pero jamás pensé que podrías espantar tanto a una mujer como para que ella salga  corriendo, definitivamente no sacaste mis dotes de conquistador; pero qué se le puede hacer, tendré que enseñarte.
La quijada del menor estaba por desprenderse sin saber qué responder y sin entender por qué su amiga había salido tan apresurada.

UNA HORA DESPUÉS

Jan Di acariciaba lentamente el cabello de su mejor amiga que lloraba desconsolada:
- Me dijo que sucedió hace un año, cuando nació el niño no supo qué hacer, pero ahora que ha madurado entiende que no puede evadir su responsabilidad, lo que más quiere es seguir conmigo, pero en algún momento me tenía que enterar.

- ¡Desgraciado! Es una manera apenas velada de decirte que si lo quieres tendrás que aceptarlo a pesar de sus errores.

- Lo amo Jan Di... y el a mí.

- Si te amara, hubiera esperado volver a verte, tener un hijo no es algo superficial, lo entiendes Ga Eul?

- ¿Y entonces qué debo hacer?

- Amiga, no puedo yo decirte qué hacer porque es tu decisión, pero si debes tomar en cuenta que esto es algo con lo que no contabas.

La voz de Jan Di se suavizó, las dos muchachas siguieron conversando y llorando hasta más de las diez de la noche en que ya debían volver a sus respectivas casas.

La futura médico daba pasos apresurados cuando un auto se detuvo a su lado y de él bajo la última persona a la que quisiera ver, Jun Pyo.

- ¿Cómo estás lavandera? Hace mucho que no nos vemos - dijo el joven con su típica voz arrogante - si quieres esta noche podríamos pasarla encerrados en un carrito de teleférico, como la primera vez, ¿te acuerdas?

- ¡Quítate! - dijo Jan Di enojada haciéndose a un lado para continuar su camino, pero siendo atrapada por el brazo.

-  Vamos, yo sé que tú también lo deseas, incluso podría darte algo de dinero...se nota que tienes hambre - la chica se giró con fuerza para darle una cachetada pero él logró contener el golpe - ni en tus mejores sueños podrás golpearme, se buena y ríndete, vamos.

Jun Pyo comenzó a arrastrar a la joven hacia el auto y aunque ella se resistía poco podía hacer ante la fuerza del hombre, entonces de la nada se escuchó:

- ¡Jan Di! - la voz masculina detuvo a Jun Pyo en sus intenciones.

- Ahh!!! Ya entiendo, este es tu nuevo amante, me lo hubieras dicho desde un principio...oye amigo...pero la podemos compartir.

- ¿A qué te refieres? Jan Di ¿lo conoces? - ella no respondió y mantuvo su mirada clavada al suelo.

- Lo ves, no ocurre nada malo, sólo déjanos en paz

El joven defensor giró como para marcharse, pero en realidad tomó viada y lanzó el primer golpe a la cara de Jun Pyo; quien desde luego reaccionó respondiendo y armándose así un pelea campal entre los dos.

- Ya basta!!!!...Jun Pyo!!!!...- dijo la chica, viendo que no terminaba la pelea, decidió llamar a su defensor - Jun Kook!!!!

El muchacho se detuvo al escucharla y perdió la concentración, lo que fue aprovechado por su oponente para botarlo al piso y patearlo, hubiera seguido la masacre si no fuera porque a lo lejos se veía venir a un policía corriendo.

-  Esta es la primera y última vez que golpeas al gran Jun Pyo, te veré suplicar piedad...y tú, ni creas que esto lo dejaré pasar - amenazó a Jan Di; subió al auto y se fue.

La muchacha asustada corrió a socorrer a su defensor, quien reía haciendo pensar que se había vuelto loco.

- Si hubiera sabido que tenía que dejarme meter una paliza para poder encontrarme contigo, lo hubiera hecho hace mucho tiempo.

- Estás loco, ¿sabes a quién te ganaste de enemigo? - dijo ella con voz apenada.

- ¡Ay no! No me digas que es el Doctor Octopus o Magneto porque ahí sí voy a preocuparme - dijo Jung Kook adolorido, pero al ver que no causó gracia en Jan Di continuó - tranquila, los hombres siempre tendrán cientos de enfrentamientos a lo largo de su vida y en algunos nos golpearán; pero la próxima vez ya no estaré desprevenido; ahora señorita, ¿qué hace fuera de casa a estas horas?

Después del cuento de hadasWhere stories live. Discover now