Cap 12

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Poco a poco las visitas de Crowley tenían que ser menos recurrentes al ser más recurrentes las de Gabriel, el mini alfa ayuda a un poco en esa parte y se encargaba de cuidar de su madre lo más que podía.

El quinto mes llegó volando y con el una gran barriga a azirafel, este se veía completamente feliz con el crecimiento de su barriga y con el echo de que pronto tendría a un bebé entre sus brazos.

Claro que ese mes tampoco venia fácil, muchas veces se cansaba con facilidad por pequeñas cosas, sus antojos aumentaban e incluso las pataditas de la pequeña criatura dentro de él llegaban a doler de maneras inimaginables cuando el dormía, pero sabría que a fin de cuentas todo valdría la pena.

En esos momentos se encontraba Gabriel pegado a el estómago de azirafel haciendo sonidos extraños mientras el omega solo doblaba los ojos e intentaba esperar que el martirio terminara.

-pequeño bebé, su pequeño bebé, serás un excelente alfa como yo, si, como tu padre, serás un gran ángel mi pequeño bebé- decía en forma de mimos haciendo a azirafel hartar y querer quitarlo de su estómago

-Amm...Gabriel...- hablo el omega a lo cual el mayor bufo y lo miró esperando a que hablara- aun no sabemos exactamente si será un alfa, por qué no solo lo dejamos en que será un bebé ángel muy sano- mencionó el omega nervioso mientras sonreía

-por favor azirafel no seas imbecil claro que será un alfa como yo, claro, si sale omega tampoco abría mucho problema pero estoy seguro que será un alfa- expreso con superioridad separándose de la barriga de el mayor

-tan seguro como cuando creíste que era niña?- pregunto un abruma azirafel volteando la vista haciendo fruncir el ceño de el mayor

-me largo de aquí, vendré luego para ver qué todo este bien, pronto será el parto, falta menos...- decía un tanto ansioso en su tono aunque sin demostrarlo en realidad

-aún quedan dos meses, no saldrá corriendo de mi vientre- expreso el ángel calmado acariciando su gran barriga

-esos meses pasan volando, necesito irme, la oficina me necesita- dijo el alfa y sin más se largo de el lugar dejando fermonas al rededor

Azirafel no podía odiar ese olor pero en cierta forma ya no lograba gustarle de el todo.

El principio de su historia con Gabriel había sido extraña, nada parecido a lo que imaginaba y aún se preguntaba cómo habían llegado hasta esos momentos. Después de que Dios lo creo y dejo a Merced de Gabriel este le enseño el mundo celestial a azirafel, le enseño todo lo que el quería, lo trataba cual rey y eso llegó a hacerlo sentir amado, todo hasta la primera misión que dios le encomendó a el omega, aunque Gabriel se puso en desacuerdo no pudo hacer nada, era una orden de el jefe; tal vez había sido eso lo que había colmado su relación, el echo de que azirafel conociera el mundo y muchas cosas sin necesidad de el alfa o el echo de que ya no podían estar tanto tiempo junto como el alfa solicitaba.

-mama, Crowley está afuera- expreso el pequeño alfa alegre llamando la atención de azirafel rompiendo su burbuja de el recuerdo

-oh, dile que pase, tenemos que enseñarle la foto de el bebé- expreso el omega alegre aunque sin levantarse de el sillón donde Yacía plácidamente

-mi hermoso y adorado ángel, espere tanto tiempo para verte- expreso el alfa apenas entrando llendo rápido a los brazos de el menor

-cariño, llegaste justo a tiempo, Gabriel se acaba de ir pero ya tengo la nueva foto de nuestro pequeño- decía el ángel emocionado esculcando entre sus bolsos

El echo de que mencionara a Gabriel le hacía hervir la sangre, el mini alfa mantenía a Crowley informado acerca de todo y le molestaba que aquel trata de una manera tan despota a un ángel tan tierno como este, aunque le llenaba también de impotencia el saber que su ángel soportaba todo eso por un hijo de ellos dos y el no podría hacer nada más que darle aquella sonrisa que sabía que le gustaba para que este mantuviera aquella esperanza en sus ojos.

-ya es un poco más grande pero pronto será de el tamaño correcto para estar en nuestros brazos- expreso el ángel ilusionado entregando una fotografía a el demonio

El joven alfa se asomó tras el alfa mayor a ver las fotos y lo vio, era aún muy pequeño pero ya tenía la forma exacta de un bebé aunque de su espalda salían dos protuberancias que llamaban mucho la atención, llamaban mucho su atención, era extraño pero el pequeño mini alfa ya ansiaba conocerlo pronto.

Take me to churchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora