SIN PENSARLO ME ENAMORÉ DE TI -Sesshomaru y Aome-

Capítulo 32

En el capítulo anterior:

Aome asintió, miró a los soldados quienes le agradecían por haberlos ayudado, Inuyasha al verla la abrazó sin importarle que Sesshomaru lo quisiese matar, era su amiga y le importaba. Parecía que todo se había arreglado, pero aún quedaba algo sin resolver y eso era ¿Quién se quedaría con las tierras del Lord Ryu?.

✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓✓

Aome y Sesshomaru necesitaban un lugar dónde quedarse, al igual que Abaddon. Inuyasha se había ido a ver Sakura pues ella se había quedado con mucha inseguridad, no quería perder a su hombre.

Aome: Se supone que ganamos la batalla, el castillo de Ryû nos pertenecería ¿O me equivoco? *Miró a Sesshomaru quién negó ante aquella pregunta* pero si tiene descendencia ¿No le pertenecerá a ellos?
Abaddon: Aunque tenga descendientes estaba en juego tanto sus tierras como su castillo, ustedes son los nuevos dueños.
Aome: En ese caso vamos a hablar con ellos.

Sesshomaru asintió y la tomó por la cintura, los 3 se dirigieron rumbo al palacio del norte, les tomaría medio día si se daban prisa. Al llegar ahí la servidumbre se sorprendió al ver al Lord y a la Lady del oeste. Rápidamente dedujeron que su amo Ryû había perdido la batalla por lo cual abrieron rápidamente las grandes puertas dejando entrar a sus nuevos amos, hicieron reverencia ante ellos y al notar la tercer presencia quedaron estáticos. Frente a ellos tenían a uno de los demonios más temidos de todo el mundo, incluso más temido que Sesshomaru. La sirvienta a cargo se apresuró a presentarse, se puso frente a ellos y mientras hacía una reverencia habló.

???: Sean bienvenidos Lord Sesshomaru y Lady Aome. Por lo visto el amo Ryû perdió la batalla, mi nombre es Lilith.
Aome: Oh mucho gusto Lilith *Dijo con una sonrisa cálida que sorprendió a los presentes exceptuando a Sesshomaru y Abaddon* ¿Disculpa, se encuentra la mujer de Ryû? *Lilith negó* oh entonces ¿Alguno de sus hijos?
Lilith: Lamento mucho informarle que ninguno de ellos se encuentran aquí, ya que el amo Ryû los mando a asesinar.
Aome: ¿Qué hizo que? *Preguntó atónita* '¿En serio estaba tan mal de la cabeza?' *pensó mientras veía a la Youkai frente a ella*
Lilith: Él dijo que no necesitaría más de ellos pues estaba seguro que ganaría la batalla y usted sería su nueva esposa, tenía planeado procrear hijos con usted.
Amor: Eso es perturbador.
Lilith: Ustedes son los nuevos Amos y es un honor para mí estar a su servicio *nuevamente hizo una reverencia* Vengan les mostraré el lugar.

Los tres la siguieron por el palacio sin decir nada más, cuando llegaron al dormitorio principal en el futón había un pergamino que llamó la atención de Sesshomaru.

Sesshomaru: Sigan ustedes, yo me quedaré aquí, en seguida los alcanzo.
Aome: Está bien *sonrió y salió del lugar junto a Abaddon y Lilith*

Sesshomaru tomó el pergamino y se sentó para poder leerlo con más comodidad:

La miko elegida por la Shikon no Tama.

La perla shikon elegirá como dueña a una joven capaz de albergar en su corazón a la oscuridad y a la luz en perfecto equilibrio. Ella tendrá que pasar por diversas situaciones que le ayudarán a crecer espiritualmente para así poder controlar a magatsuhi la parte maligna de la perla. Una de las grandes habilidades de esa miko será que podrá regresar a la vida a las almas bondadosas que murieron injustamente y también poder arrebatarle la vida con un solo movimiento a los demonios más poderosos, sin embargo el hacer eso le consumirá mucha energía y si baja la guardia la parte oscura de la perla la podrá controlar fácilmente, cosa que no sería nada bueno, para eso conocerá a un demonio, sacerdote o incluso puede ser un Dios que la acompañará el resto de la eternidad convirtiéndose en su guardián y el de su familia.
Sus poderes seguirán creciendo llegando a límites inimaginables y si ella llega a ser desposada por un Youkai o semi Youkai sus crías saldrán siendo youkais puros, Youkais que en su sangre también correrá energía espiritual logrando crear así un ser poderoso, una vez teniendo su primer cría con vida ella se volverá inmortal pero si la perla Shikon llega a ser destruida esa inmortalidad se desvanecerá tanto tanto para ella como para su guardián dejándolos como simple mortales, al morir no podrán reencarnar yéndose así a un lugar en el Inframundo del cual no podrán salir jamás.