Una historia distinta

Nuevos lazos

Después de unos días, Anzu ya se encontraba acostumbrada a su nueva vida, Lionel resultaba ser un compañero de aventuras muy dinámico y casi siempre terminaban en problemas por sus ocurrencias. Todo lo contrario a Paul quien siempre trataba de no exponerla al peligro y a veces solia ser demasiado sobreprotector.

También pudo a conocer a la profesora Magnolia y a Sonia, ella era lo contrario a Lionel, era calmada, inteligente y algo competitiva cuando se trataba de superar a su amigo de ojos dorados en algún examen o prueba sobre conocimiento pokemon.

Ella trataba de mantenerse al margen frente a sus discusiones para no tomar partido por ninguno, notando que realmente aquellos dos tenían una conexión muy especial o eso quería creer ella.

-Eso fue lo que me dijo Sonia- le termina de contar Lionel algo enfadado

Ambos estaban afuera de la casa de Lionel, justamente en el portón, esperando a que sus madres terminarán de preparar la comida. La niña se encontraba sentada en las escaleras y Lionel estaba recargado en una columna a su lado.

-Entonces...¿Veniste llorando? como Nobita- ríe levemente Anzu al notar la molestia de su ahora amigo

-¡No estoy llorando!- reclama exaltado

-Sabes que en cuanto a conocimiento pokemon, ella nos lleva la ventaja - responde tranquila jugando con el charmander de Lionel

-Aún así, se que le ganare en las batallas, tengo todo el conocimiento posible aquí - señala su cabeza confiado de sus habilidades

-Lionel, tu solo piensas en batallas y pokemon, hay otras cosas que también son importantes -suspira

-¿Cómo que cosas? - la ve de manera inquisitiva

-No lo sé, debe haber algo más...- se queda pensando- yo por ejemplo, a mi me encantaría conocer otras regiones, su cultura y esas cosas

-No sabia que tenías ese tipo de sueño- sonríe y ella responde el gesto moviendo su cabeza afirmativamente

-"Pero antes de eso...debo capturar a Eternatus" -piensa para si misma la chica

El chico de orbes dorados se sienta a su lado en el portón de su casa, Anzu parecía muy divertida con su charmander, a veces ella era algo infantil en ocasiones, pero había notado que en muchas más ocasiones hablaba con una madurez nada normal para una chica de 6 años.

-Me he estado preguntando, ¿Participaras en el desafío de los  gimnasios, Anzu?

-Mmm...para eso faltan 4 años Lionel, aún no tenemos la edad mínima para poder participar - contesta con una pequeña gotita en la nuca- Aunque...si, si me gustaría pero...- le ve dudosa

-Lo sé, necesitamos una recomendación para entrar- resopla completando lo que quería decir su amiga

Anzu ante esa respuesta se queda pensando, ella no tenía idea de como el Lionel adulto había logrado ser recomendado, ni tampoco como lo había logrado la profesora Sonia, la llama de la curiosidad se había encendido y estaba dispuesta a resolver ese misterio, aunque claro que le preocupaba como podría ganarse su propia recomendación, el desafío de los gimnasios sin duda sería un buen entrenamiento para poder vencer la amenaza futura, y quería saber más sobre como eran los líderes de gimnasios anteriores a los ya conocidos por ella en el futuro.

-Se que lograremos entrar, tengo un presentimiento sobre ello Anzu- Sonríe mirando al cielo

Ella dirige su mirada al mismo lugar que observaba su amigo y se sorprendió al ver a lo lejos una pequeña mancha verde, ¿Eso era un pokemon?, volteó de inmediato para ver si Lionel lo había notado, pero él parecía de lo más normal, como si no pudiera verlo.