CAPÍTULO V

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A veces te equivocas por una decisión, en ocasiones crees que es algo insignificante. Pero en otros. Preferirías volver el tiempo atrás para evitar que esa decisión te destruya.
Y no haber cometido el error.
O tal vez el error te ha destruido, pero aquel muro que muchas mentiras creó.
 
 
James, mi mejor amigo, me había comentado de su gran viaje a Chippewa Falls, y yo como niña mimada quería ir también para festejar mi cumpleaños número 18, sin embargo, mis padres se negaban, a pesar de todos mis intentos no lograba convencerlos, así que mi última opción de convencimiento era que James hablara con ellos, el resultado fue que si iría.

El viaje había sido increíble, visitamos distintos lugares los cuales me encantaron, tomamos fotografías e incluso prometimos regresar.

—Ha sido un viaje maravilloso, de verdad James tenía razón —dijo mi madre mientras guardaba la cámara en su estuche.

Al verla sonreír así se veía mucho más hermosa, su cabello castaño y lacio se alborotaba mientras el viento con su suave brisa la acariciaba. Papá conducía tan tranquilo y feliz, de verdad Philip era su vivo retrato, cabello oscuro, ojos café oscuros y una piel un poco bronceada.

—Es verdad cariño, toda una gran aventura, espero ahora estés contenta Claire —me regaló una sonrisa antes de encender el estéreo.

Mire por la ventana el transcurso a casa, ya estaba oscureciendo y de la nada gotas de lluvia aparecieron en el panorama, al seguir nuestro camino parecía que la lluvia no se detendría, no pude evitar sentir un escalofrío por toda mi espalda.

Es el momento.

—Deberías de detenerte amor, la lluvia es muy fuerte y ya es tarde —comentó mi madre, podía escuchar preocupación en su voz.

—Tranquila cariño, me detendré más adelante, ¿de acuerdo?

Papá siguió conduciendo hasta que se detuvo cerca de un puente, nos quedamos ahí a esperar a que la lluvia se detuviera.

Es el momento.

Tomé mi móvil para escribirle a James y darle cada detalle del viaje mientras mis padres conversaban.
Y fue entonces cuando sentimos el impacto.
Todo en un momento se convirtió en caos.
 
—¡No! —grito lo más fuerte que mis pulmones me permiten, salgo de mi cama y de la habitación—, Mamá, Papá, ¿dónde están?

Miro a todos los lados y no los encuentro.

Sin tiempo que perder bajo las escaleras, mis pies no se detienen, llego a la puerta para salir con el único objetivo de encontrarlos, ellos deben de estar aquí. Cruzo el patio trasero sin detenerme mientras mis pies tocan el frío césped. Entonces puedo escucharlo, es el rio.

Puedo sentir mi corazón acelerarse mientras mis pies no se detienen y el ruido de aquel río se escucha más y más cerca. Entonces el recuerdo comienza a tener más fuerza, el césped y tierra dejan de ser eso para convertirse en concreto, y es así como puedo visualizar el puente y el auto.
Corro tan rápido intentando acercarme antes de que el coche caiga junto con mis padres, pero mientras más avanzo más pareciera que el auto se acerca a la orilla, y sin más, en un instante éste cae al río con mis padres adentro.

—¡Mamá! ¡Por favor no! ¡Papá!

Sin pensarlo me acerco al puente para poder treparlo y lanzarme al río, pero un par de manos detienen mi intento de salvarlos.

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