Entre Árboles ♡Completa♡

CAPÍTULO XX

Sus labios gritaban peligro...

Abro mis ojos de golpe y con la respiración acelerada. ¿Por qué? Sencillo, he soñado con Jackson, con su rostro cerca del mío, sus labios ansiosos por probar los míos, su cuerpo deseando apoderarse del mío. ¿Qué clase de sueños invaden la mente de alguien de 19 años?

Hago de lado las imágenes e intento levantarme de la silla, caí sin compasión en esa pequeña habitación consumida por mi sueño, entre libros y dudas de dónde había dejado esa hoja me cansé por no encontrar nada hasta el momento.

La pantalla de la laptop esta oscura, la habitación es fría y mis brazos y piernas comienzan a doler por mi postura sobre la silla y el escritorio. Con pasos perezosos quiero salir de ahí para dormir en mi cama, y tan sólo basta un par de pasos para escuchar mi nombre. Me detengo en seco esperando que sólo sea una idea mía, nada más, sin embargo, lo vuelvo a escuchar y me quedó helada, reconocería esa voz en cualquier parte.

Es Jackson

Me asomo por la ventana que por suerte tiene la vista hacia el patio de frente y si, es él, sin pensarlo salgo de la habitación corriendo y bajo las escaleras a toda prisa, al abrir la puerta sigue en el patio moviéndose de un lugar para otro con una botella casi vacía en la mano.

Está borracho.
—¡Ahí estás pequeña Wislow! —a pesar de estar ebrio sigue conservando ese tono de voz tan frío.

—No deberías estar aquí, es tarde —comienzo a acercarme a él— puedo llevarte a casa...

—Estoy dónde quiero estar —me interrumpe— o acaso no quieres estar conmigo, ¿eh? Prefieres al idiota ese...

—Jackson por favor no empieces de nuevo.

Me da una sonrisa, una que nunca he visto y me asusta. Me acerco de nuevo y logro colocar su brazo alrededor de mis hombros para llevarlo a su casa. Se da cuenta de mi intención y se aleja perdiendo un poco el equilibrio.

—¡¿Qué haces?! —grita y se aleja un poco más de mí.

—Llevarte a casa.

—¡Te dije que estoy donde quiero estar! —Esta vez gruñe y comienza a caminar hacia mi casa.

—Pero yo no te quiero en mi casa, así que deja de ser tan idiota y vamos a la tuya, no porque estés al tope de alcohol significa que debas actuar así.

Ignora mi comentario y entra a la casa, a regañadientes lo sigo, al estar adentro se dirige a la sala y se deja caer en uno de los sillones con la botella todavía es su mano.
 
Bien, está demasiado borracho, pero esto es el colmo. Llega como si nada y actúa como si tuviera el derecho a todo. Molesta me acerco y le arrebato la botella. Eso provoca un suspiro de frustración de su parte.

—Igual ya no tiene sentido tú gesto, me tome la mayor cantidad posible y mira, aquí estoy.

—¿Paso algo? —tengo curiosidad, nunca lo vi en ese estado, pero al parecer su humor no cambia ya que Jackson se fastidia, coloca su mano sobre sus ojos cómo si una luz le molestara, pero es irrelevante, la casa se encuentra a oscuras, aunque tampoco es mala idea encender una. Me acerco a la lámpara que se encuentra sobre un pequeño mueble de la sala y la enciendo.
Dice algo que no logro escuchar, estoy segura de que el alcohol está haciendo de las suyas en su cuerpo. Sonrió por eso.