"El destino es tan incierto, que muchas de las cosas que nos pasan, a veces no tienen sentido, pero en realidad dentro de ti, sabes muy bien que todo sucede por una razón"
12 De Noviembre es la última pieza del rompecabezas llamado "vida" que Liam...
Estoy cansada de tanto correr bajo la lluvia, es en vano, se desvanecieron...
Estoy caminando a la estación de metro, con el ánimo por el piso y aun mas abajo, siento que estuve tan cerca, tengo tanto miedo de que algo malo les suceda, me estoy enfermando con toda esta situación.
Mientras viajo a casa, escucho las canciones que solía compartir con Abby, trato de esconder mis lágrimas pero la gente me observa como si estuviera muriendo o algo así, bueno, realmente si estoy muriendo, por algo así, mis hermanos...
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Quiebro en llanto y se desata el nudo en mi garganta, no podía respirar, así que tuve que dejar que fluya la fuente de amargura que yacía dentro de mi pecho, mis nudillos nunca habían tallado tan fuerte para que dejen de salir más y más lagrimas...
Al llegar a casa, me dirigí directo a mi habitación sin saludar a nadie, no es que hubiera alguien a quien saludar, pero estaba muy cansada, solo me quedé sentada mirando hacia la nada.
Ya pasaba la media noche y seguía sin hacer nada, solo me había secado el cabello y cambiado de ropa, pero no había comido y no tenía ánimos para bajar a la cocina.
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Solo esperaba a que amaneciera, sin duda iba por Mike para recorrer la ciudad en su auto, así sería mucho mas fácil y cubriríamos mas terreno, espero que pueda ayudarme.
Me levanté de la silla y me acosté un momento en mi cama, solo cerré los ojos por un par de minutos y al abrirlos ya había amanecido y para colmo estaba aun lloviendo.
Sin perder el tiempo salí sin desayunar rumbo a casa de Mike, nuevamente viajo en metro, me tomó treinta minutos llegar, son casi las seis de la mañana, mientras estoy frente a la puerta de su casa lo llamo al mobil, al salir se lo veía muy emocionado, me abrió la puerta del auto para que subiera, luego lo rodeó y se sentó de su lado.
Mientras manejaba, le mostraba algunas de las fotos a que había traído conmigo, quizás para que sea fácil reconocer a mi hermanda menor.
Al llegar a la zona comercial del centro, noto que una chica intentaba cruzar al otro lado de la calle y aún con lluvia a nuestro alrededor pude identificar ese dulce rostro y esos ojos tristes...
