Un Corazón Oscuro © #2 [✔]

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El regreso de Sky

Lucy

Voy caminando por los grandes pasillos en silencio con una mirada inexpresiva, siendo escoltada por dos guardias. Llegamos a las grandes puertas, que son rápidamente abiertas ante mi llegada. Sonrio al ver a la pequeña Alice, sentada en medio del salón, jugando con unas muñecas. Ella al verme sonríe para correr a mi dirección; para así llegar a mi y sostenerla en brazos.

Esta pesada la niña.

—¡Tía Lucy! —exclama feliz, mientras me da un fuerte abrazo; el cual correspondo—. Te he extrañado mucho...

Ella es igual a sus padres. Cabello rubio, ojos azules claros y una sonrisa cálida que te alegra apenas la ves. La última vez que la vi fue hace tres años y ya ha crecido mucho.

—Y yo a ti princesa. —digo—. ¿Sabes donde están tus padres?

—Aquí estamos. —dice Alnaly, entrando acompañada de Xander su pareja—. Que bueno que pudiste llegar a tiempo.

—Sabes muy bien que para estos casos debo dejarlo todo y venir corriendo. —digo, mientras bajo a su hija—. Tú ve a jugar.

—Esta bien, tía, nos vemos. —se despide saliendo, a toda velocidad del salón. Enfoco mi mirada en la pareja frente a mi.

—¿Está aquí? —pregunto.

—Así es. —afirma Xander—. Nos espera en la sala de interrogatorios.

—Tantos años... Por fin la encontramos. —menciono, mientras los tres caminos a la sala, para interrogar a nuestra invitada.

Al llegar ahí, la vemos. Está sentada al otro lado de la mesa que nos separa de ella, con la mirada en el suelo, sin expresión alguna, pero puedo sentir su miedo y ansiedad. Nos acercamos a ella cautelosamente; es ahí cuando sube la mirada, enfocándose en mi. Tomo asiento para verla detenidamente. Se nos había ocultado muy bien, pero no le duró mucho.

—Anna Lucía Smith... Tanto tiempo sin vernos. —comienzo a decir en un tono eficaz—. ¿Creíste que te liberarías tan fácil de nosotros?

—Sabía que me encontrarían tarde o temprano. —admite seria—. Pero lo que no entiendo es, ¿por qué a mi? No les bastó con matar al amor de mi vida y  desean seguir atormentándome.

—No lo tomes personal. Al fin y al cabo tu no cometiste la falta. —dice Alnaly, en el mismo tono.

—Si no tu querida suegra. —aclara Xander.

—Ya que la mencionas, es por ella que estas aquí. —digo con ironía—. Así que me dirás en este momento. —me acerco más en un semblante amenazante  colocando mis ojos negros; así viendo como su expresión cambia a una nerviosa—. ¿Dónde está?