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Eres solo un títere

Enterarme de mi pasado es fuerte, solo por recuerdos lejanos, que hicieron darme cuenta del daño que le había hecho a mi propia sobrina. La culpa, el remordimiento me invade como balde de agua fría. Todo es demasiado confuso, no sabía ni mi apellido y ahora me entero que odiaba, torturé y asesiné a mi propia hermana dejando a Vaiolet huérfana, al menos de parte de madre. Me siento un monstruo sin corazón. Han pasado ya algunos minutos, en los que solo me dediqué a ver como tonta el pasillo por donde se había ido mi sobrina.

Sobrina.

Sea como fuera es mi familia. Así que dejando los rostros entretenidos de los chicos, salgo corriendo en busca de la chica de ojos violetas enigmáticos. Subo las escaleras, saltando con rapidez y agilidad, atravesando los pasillos como una ardilla escapando de un perro que la persigue. El corazón me late, mi respiración agitada, mi cuerpo en movimiento, con los pensamientos y sentimientos encontrados a flor de piel.

Busco.

Pero no la encuentro.

Salgo de la cabaña/organización directo al bosque. Está oscureciendo, solo se pueden ver los rayos del sol ocultarse, dándole un brillo único al ambiente. Trato de ver más allá de los altos pinos y vegetación que me rodea para ver si logro encontrarla. Pero una niebla inesperada, comienza a esparcirse por el lugar, «¿Qué carajos?». Y toma fuerza, dificultando mi vista. La niebla es oscura, pero no era negra, es de un tono grisaceo. Un presentimiento de que algo no está bien llega a mi.

Es que... ¿desde cuándo era buena señal que niebla mágicamente apareciera? Exacto, ¡no lo era!

—¿Estabas buscándome?

Y de la densa niebla aparece Vaiolet con un aura maligno, como los villanos de los cuentos. Vestida con un vestido negro que le llega hasta los muslos, el cabello recogido en una perfecta coleta de caballo, que es del mismo color que el de mi difunta hermana, pero con rayos rubios y en su mirada irradia un odio genuino. ¿A que no a adivinan a quién? Como cereza del pastel, en sus labios aparece una sonrisa maliciosa y  destellos de crueldad en esos ojos violetas.

Debo aceptarlo se ve como: Perra empoderada inalcanzable.

«Pero nadie le gana a... Mí

—La verdad es que sí. —admito restándole importancia—. Lo de mi hermana fue hace mucho... Yo no sabía que existías... Ella se lo merecía... El punto es que no deberías estar molesta, o sí, pero deberíamos arreglar las cosas, ¿no?

«¿Por qué siento que sonó a algo que diría una cobarde?»

Mmm... ¿Será por qué lo es?

«Nah.»

—¿Creés que será así de fácil? —inquiere con un tono burlesco en su tono de voz. «Eh... ¿Si?»—. De una vez te informo que no.

Así que las cosas serán a lo difícil pero, ¿saben qué? No me importa. Lo fácil es aburrido y lo difícil es más interesante.

—¿Entonces quieres matarme? —cuestiono incrédula. Miro a los lados, como si estuviera buscando algo, para luego volver a mirarla fijamente—. Porque no hay nadie, sin testigos... Podrías matarme aquí mismo.

Un Corazón Oscuro © #2 [✔] Where stories live. Discover now