Un Corazón Oscuro © #2 [✔]

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(+18)

Mía

Leticia

Alnaly al parecer, también es una maga elemental, al igual que yo. Líder de una gran población de los míos. Es muy hermosa; va vestida con unos jeans, una camiseta de color rosa pálido y su abundante cabello rubio cae suelto por su espalda. Me mira impresionada, por el cambio repentino de mis ojos y cabello; con sus ojos verdes brillantes.

Estamos en la habitación en la que me quedaré durante mi estadía en el tenobroso castillo del infierno, el cual aún no me acostumbro y me causa escalofríos.

—Será sencillo Leticia—dice Alnaly sentándose frente a mi—. Sólo busca en mis recuerdos de hace 300 años. ¿Entendiste? Necesito que se los muestres a Sky.

—Esta bien... Lo intentaré —respondo algo insegura.

—Sé que podrás hacerlo. Necesito que lo hagas. Es muy importante para mí ver lo que pasó, Leticia. —habla Sky en mi mente.

—No te voy a decepcionar.

—Eso espero. Dile a Alnaly que estamos listas.

—Dice Sky que estamos listas—anuncio, saliendo de mis pensamientos con ella.

Alnaly me regala una sonrisa, transmitiéndome seguridad. Extiende su muñeca para que la tome, lo cual hago, para presionarla con delicadeza. Cierro los ojos, para empezar a acariciar su muñeca con suavidad y poner en acción mi poder.

Estoy en su mente, y parece un gran salón oscuro con muchas puertas. Cada una tiene escrito en oro el nombre del recuerdo y el año. Me encamino en busca de la puerta de hace 300 años; me toma unos minutos antes de poder verla al final del pasillo.

La puerta dice: "Recuerdos de la Guerra". Sin esperar más, entro en ella viendo más puertas, lo que hace que mi confusión crezca, pero mi atención se centra en una escrita con letras en color plata "Recuerdos de Nick". Camino lentamente hacia ella  para después tomar el pomo, girarlo y soltando un suspiro por los nervios, adentrarme a esos recuerdos.

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Estoy en un bosque, que puedo reconocer como el bosque prohibido de Nueva Orleans. Frente a mi se encuentra un chico muy apuesto sentado junto a Alnaly. Así que me acerco más a ellos, para poder escucharlos.

—Si algo me pasa, prométeme que tú y Alinea van a cuidarse mutuamente. —le pide el chico, acariciándo el cabello de Alnaly quien esta arrecostada a su lado, con una expresión de tristeza.

—Lo prometo. —acepta ella en un hilo de voz—. Pero prométeme que saldrás de ésta guerra vivo.

—Sabes que no puedo prometer tal cosa. —le responde el chico, mirando al horizonte.

—Debes hacerlo por nosotras... Por favor, Nick... No sabría qué hacer... —solloza Alnaly—. Tengo miedo de quedarme sola.

—Jamás te quedarás sola porque siempre estaré aquí para ti. —dice Nick dándole un abrazo, calmando sus sollozos.