Capítulo 4

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Me volteé para la derecha y lo vi, llevaba puesta una gabardina de corderoi y una camisa con estampado floral, disimule para que él no notara que yo lo veía así que esperé a que él hiciera lo mismo que yo segundos antes con el móvil.  En cuanto pude observar su perfil noté que su rostro me parecia demasiado familiar, intenté encontrarle más detalles cuando de repente él se volteó, yo hice un gesto despistado y agaché la mirada.
- Oye que no muerdo - escuché una risilla corta - es más, creo que no fue la manera correcta de presentarme...
- Ni si quiera lo hiciste - le interrumpí.
Esbozó ya una risa más abierta - si, tienes razón y lo siento si te asusté, solo que me sentí atraído a la vibración que producía este artefacto, tanto que no pude resistir la curiosidad de venir y pararme a tu lado.

Permanecí en un silencio incómodo pues no sabía si se trataba de un cumplido inocente o uno con otras intenciones, sin embargo en el fragmento que pude ver de frente su rostro lo reconocí; ojos verdes, cabello ondulado y castaño.

- Me llamo Harry - dijo con tono nervioso mientras se rascaba suavemente la cien de la cabeza.
- el músico - respondí sin pensar.
- sí, bueno... Músico en proceso, recién y con mucho esfuerzo saque mis dos primeros sencillos.
- exacto, los escuché ambos, me gustaron muchísimo, sobretodo el último - observé sus ojos y brillaron, noté un corto aire de presunción y me sentí feliz.
- eso es bueno, alguien al fin escucha mis canciones, en serio, gracias por eso. - nuevamente sus ojos brillaban y se llenaban de ilusión.
- no pues, de qué.. aunque ese comentario me parece insulso, sé que no soy la única en escuchar tus canciones, en el trabajo las ponen seguido.
- ¿En serio? - dirigió su mirada fijamente a mis ojos y luego de unos segundos la quitó, como si algo le hubiera intimidado en mí - ¿En dónde trabajas? Tú ya sabes que soy músico, ahora cuéntame sobre ti.

Le conté sobre el Four Seasons y sobre mi profesión, me explaye, me sentí raramente en confianza y le conté en pocos minutos varias cosas sobre mí, el sonreía y me escuchaba atentamente, a veces parecía distraerse y enfocar su atención en otra cosa pero al final siempre fui yo su centro de atención.

- perdón por interrumpirte, pero a todo esto no ha pasado un solo taxi vacío, todos van llenos - yo me detuve avergonzada ya que como siempre nunca medi el tiempo de mis palabras - ¿Dónde vives? ¿Es muy lejos de aquí? - sus manos fueron a los bolsillos de los laterales de su pantalón.
- pues realmente no, mi vecindario colinda con este, calculo unas diez cuadras y media desde aquí - respondí ingenua, contando en la mente la distancia del recorrido.
- mi casa es a seis cuadras, puedo acompañarte caminando, dejarte segura en tu lugar y volver al mío, así aprovecho a que sigas contándome sobre ti. - yo tragué saliva, mientras él se balanceaba por el frío que hacía. - ¿Qué dices? - me miró con picardía.
- ehm, eh, bueno. - emprendimos rumbo a mi apartamento y proseguí con mi relato.
- nuevamente, perdón por la interrupción, hasta el momento no me has dicho tu nombre.

Una carcajada invadió el silencio de la calle - tienes razón, perdón - extendí el brazo y apreté su mano - mi nombre es Sasha.

BoulevardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora