Capítulo 6

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Ayer cuando Annet me contaba lo increíble que era el muchacho de esa noche no podía prestarle atención, quería contarle también que había conocido a alguien, que no sucedió nada extravagante, pero que al menos para mí, si había sido muy especial, sin embargo decidí omitirlo ya que quizás no llegaría a más, no me había respondido al último texto en todo el día, así que por mi bien tomé la decisión de ignorar. Yo ya era una mujer adulta, con carrera, trayectoria y con uno que otro romance fallido, por esa misma razón sentía muy extraña mi ilusión al pensar en él.

Bajé las gradas de mi dúplex y me dirigí a la cocineta. - 8 y 30 - leí la hora en mi mente, prendí la televisión mientras preparaba el café y las tostadas. El móvil se iluminó en el mesón de enfrente y en cuanto lo oí vibrar un escalofrío recorrió mi cuerpo.

- ¿Tienes planes para la tarde?, si se te antoja puedo invitarte a comer a un lugar que me fascina, quiero verte. Espero tu respuesta. Harry. -

Mentiría al negar que no dí un brinco de la emoción, luego obviamente me sentí demasiado tonta por haberlo hecho, pero es que yo no solía ser así, hace mucho tiempo que las ideas de romance ocupaban un segundo plano en mi vida. Inmediatamente vi el mensaje lo abrí.

- Buenos días, oye si, estaría genial, ¿A qué hora te veo? - lo envíe y justo después llegó la respuesta.

- A las 5 paso por ti.

Estuve gran parte de la mañana y la tarde pensando en el atuendo ideal, quería preguntarle más sobre el lugar, sobre el estilo, sobre todo, pero pensé que me haría notar demasiado interesada, entonces me decidí por usar algo muy neutral, un vestido simple y negro, tal podía ser elegante o casual si lo acompañaba de una chaqueta de jean y unos botines café. Me maquille lo más tenue posible y ni bien llegaron las 5 de la tarde vibró el móvil nuevamente.

- Sasha, estoy afuera, te espero.

Salí y lo vi, estaba parado de espaldas hacia la calle, llevaba un paraguas de apoyo en el piso, vestía de forma casual con una gabardina azul marino, se volteó y sus ojos verdes se posaron en mí.

- Sé que te sonará muy cliché esto - sonrió a medias - pero es que te ves hermosa - se echó para atrás y movió la cabeza - tenía que decirlo.
Me reí fuerte y empecé a sentirme en confianza.
- gracias, creo que decir esto no será para nada un cliché, pero no tienes idea lo que me ha costado elegir algo que usar - ambos soltamos una carcajada.
- eres espontánea, descubrí algo nuevo de ti y eso me agrada.
- y tú sincero, me agradas también - me acerque para darle un beso en la mejilla y otra vez sentí como se encogía.
- Vamos, pensé en traer el coche pero recordé que eso de caminar cuadras nos sienta bien.
- pues, tienes razón, venga vamos.

Caminamos hablando sobre muchas cosas; me contó a rasgos cortos de su infancia, sus padres y él vivieron muchos años en un pueblo de Inglaterra, al cual por su mirada supe que anhelaba volver. Él también notó mi acento americano, que aunque es de sorprender no suele notarse mucho, le dije que mi niñez había sido muy feliz y completa, que mi familia era unida y que yo había decidido emprender rumbo aquí solo para saber cómo sería mi vida lejos de casa. Se sorprendió bastante.
- tenemos eso en común - se dirigió a mí por unos segundos y luego retomó rumbo al frente - yo también quería probarme a mí mismo bastantes cosas, entre ellas, el poder valerme solo.
- ¿Lo lograste? - pregunte sin pensar.
- pues a veces pienso que sí, hay días en los que me siento bastante autosuficiente y otros en los que a pesar de que llevo ya más de 6 años solo, creo que no puedo y que necesito un descanso.
- es algo curioso - interrumpí sin querer lo que me decía - yo nunca pensé necesitar un descanso, en realidad algo así nunca se me vino a la mente - me callé por un momento - incluso, mi jefe me obligó a tomar estás vacaciones, mi vida está muy centrada solo en el trabajo y ahora que lo noto, supongo que no está bien.

Me observaba con atención y entendía cada una de las cosas que le decía.
- sabes, quizás a veces es bueno tomar un descanso y descubrir que nuevas perspectivas nos trae la vida - sonrío - mírame, yo me di un descanso el sábado y estoy aquí contigo descubriendo tu perspectiva.
Su respuesta me dejó en desconcierto, yo nunca había sido una persona que se dejaba sorprender con la vida, aunque sin notarlo la vida en ese justo momento me estaba dando una sorpresa.

BoulevardWhere stories live. Discover now