capitulo 9

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Segun decia una antigua profecia; "cuando sea la hora del resurgimiento de la diosa de piedra una inexplicable tormenta de nieve caera, solo la sangre corrompida del ser inocente calmara esta tormenta y pondra en marcha aquel corazon abatido de piedra".

Estos eran los canticos que recitaban las doncellas, guiadas por la sacerdotiza,que lideraba la secta de la diosa dragon, siempre acudian a los pequeños pueblos,pregonando su culto por la misteriosa deidad, de la cual prometian grandes beneficios para quienes rindiecen lealtad.

Por lo general en aquellas tierras, rendian homenaje a las tipicas deidades, habian deidades para casi todo en aquellas tierras;estaba,budha, la deidad de la misericordia, los 4 dragones regentes de los cuatro puntos cardinales, habia de la reencarnacion y la vida, procreacion etc, la lista era muy larga, y algunas divinidades habian quedado en el olvido.

Nadie sabia de donde habia surgido esta supuesta deidad nueva, solo sabian que ya llevaban un tiempo dedicadas a aquello, como no le hacian daño a nadie, nadie dijo nada.

Con los años crecieron los creyentes a esta secta, decian que el verdadero motivo de esta agrupacion era de caracter desconocido, pero igual la gente las seguia a todas partes.

☆☆☆

El frio era cruel e intenso la fogata que la noche anterior ardia con pasion se habia consumido dejando solo ceniza, y los dos hombres aun permanecian juntos en un fuerte abrazo, dentro de aquella cueva que en apariencia era pequeña.

El primero en despertar fue Bao, quien se asusto al ver que XiaoLi Jun lo abrazaba, con extremo cuidado para no despertarlo,se aparto de èl, tapandolo con la tunica exterior,que antes le habia dado.

Dejandolo ahí,se fue a explorar a aquella cueva,regresaría pronto si algo pasara. Se dio la vuelta para echar una última mirada.

—¡¡No se te ocurra escapar!!—amenazo al que ya dormía —te tengo bien vigilado—amenazo un dedo como haría una madre advirtiendo a su hijo.Y después de ese despliegue de autoridad se marchó.

Camino con cautela adentrandoce en la cueva, no tardo en encontrar dos cuerpos tirados sobre el piso, al acercarse a ver mas de cerca descubrió que eran aquello dos jovenes  cultivadores que habia visto de reojo en la posada antes.

Arrodillandose se apresuro a revisar sus signos vitales fue un alivio descubrir que aun estaban vivos. Al parecer algo los habia atacado,por un momento se alegro de  haberse negado a dejar ir solo a Xiao Li.

Como pudo los acomodo a un costado apoyandolos en la pared, les transmitio un poco de su energia dorada para que lentamente estos fuesen recobrando la consciencia, mientras cantaba una especie de conjuro, rápidamente desde la tierra emergió una barrera protectora, cubriendo a las dos persona, se limpió el sudor, crear aquellas barreras era pan comido pero en esta situación necesitaba mucha energia para hacer un hechizo tan sencillo, se dirigio a lo profundo de la cueva.

Chasqueando los dedos produjo una pequeña llama para alumbrar la oscuridad. Asustando a un pequeño grupo de murcielagos, logro cubrirse,ante el inminente ataque de los murciélagos.

Xiao Li aun mantenia abrazado su propio cuerpo, ya se habia despertado, estaba quieto pero algo le molestaba y no sabia que era, poniendoce de pie, fue a buscar a Bao Ru, de seguro habia ido a explorar la cueva.

Una suave pero gelida brisa entro en la cueva haciendolo temblar un poco, se aferro a la tunica exterior lo más que pudo en busca de calor, aspiró un poco de la fragancia a flores que había quedado impregnada en la prenda, por un momento esta fragancia le recordó un aroma conocido pero que no lograba identificar, era una mezcla floral recubierto de incienso y cenizas, pero tambien este mismo olor le trajo a la memoria cosas tristes cosas que no quería recordar pero que aún así lo hizo. Abrazo con fuerza la prenda y se perdió en sus pensamientos.

Pronto la brisa se hizo mas gelida y comenzó a soplar con mayor fuerza,casi llevándolo de paso.

El joven de facciones hermosas cerró los ojos con fuerza, trato de mantener el equilibrio para no caer, entre el fuerte soplido apenas se escuchaba el sonido metálico arrastrándose por el suelo de la cueva, Xiao apenas lo logró distinguirlo el ruido se volvía más cercano hasta que lo logro escuchar cerca, esto lo asustó un poco abriendo a duras penas los ojos para ver que era, pero no logro ver nada,suspiro aliviado.

Cuando estaba a punto de moverse sintió como un pesado agarre lo sostenía y no lo dejaba ir. Miro hacia abajo y pronto descubrió que un cadáver putrefacto lo sostenía y mirando a su alrededor, estaba rodeado por al menos de 10 o 15 cadáveres que venían a cobrar venganza.

Cada uno se dispuso a capturarlo pero al atraparlo, sus miembros caían al suelo producto de la putrefacción, y rápidamente eran sustituidos por otros, Xiao los esquivaba con gran elegancia, golpeando a unos en la cara y a otros simplemente empujandolos, con algún que otro cadáver tuvo que demostrar sus dotes marciales pues no poseía arma alguna y la que algún día tuvo desapareció misteriosamente.Asi estuvo algun rato hasta que recordó a su "compañero" se apresuró a terminar aquel trabajo.

—Lo siento pero no me puedo quedar a jugar más,—dejándose de juegos,invoco el poder de su infortunio de fuego para acabar con todos aquellos seres.

Limpiándose el sudor de su frente con el dorso de su mano, suspiro aquellas bestias no eran nada ante sus poderes,pensó arrogantemente.Se dispuso a irse, dio unos cuantos pasos, solo el sonido de sus pesadas botas se escuchaba en la cueva, hasta que fue interrumpido por otro sonido.

—¿Te vas tan pronto?—dijo una voz femenina,haciendo pausa—¡Xiao Li Jun,aún tienes mucho que pagar.!—

Xiao Li Jun,al escuchar su nombre se le erizo la piel, cerró sus ojos sonriendo se dio la vuelta.

—Estoy en camino para pagar mis pecados, no debería preocuparle algo como eso.—trato de argumentar a aquella persona.

—No hablo de tus crímenes pasados—suspiro pesadamente los cabellos de la nuca se le erizaron y viéndolo como si pudiese matarlo con la mirada

—No tienes mucho de haber escapado y tus manos están manchadas de sangre inocente. De nuevo—

—Señora no entiendo a que se refiere—dijo sin entender, ya comenzaba a hartarse de aquella conversación -

—Me refiero a los cultivadores que mataste justo aquí en esta cueva—dijo furiosa—Su sangre esta en toda tu ropa no puedes negar lo evidente.—señalo con un dedo la ropa de Xiao Li Jun, aquella mujer de carácter fuerte, había seguido a este malhechor desde la torre de la expiación divina para capturarlo, juzgarlo y ejecutarlo públicamente, las veces que fuera necesario.

—Esta sangre es de los cadáveres con los que recién peleé —dijo airadamente no dispuesto a seguir perdiendo el tiempo —disculpe pero debo irme.—se dio la vuelta para marcharse.

—Acaso crees que todo se soluciona asi como así,¡ No lo permitire!, no permitiré que esto quede impune — conjurando un hechizo opresor capturó a Xiao Li Jun, cayendo sin poder movilizarse por la cuerda invisible de este hechizo, trato de hablar pero no pudo.

La mujer cruzándose de brazos le lanzo una mirada desdeñosa, silbó agudamente, no tardo un grupo de hombres vestidos con el uniforme de la torre de la expiación divina, en aparecer

—Señora general,¿se encuentra usted bien?—pregunto uno de ellos

—Claro que estoy bien, llevencelo de una vez a la prisión de esta ciudad para que pague por sus fechorías.—

~Que bien, no solo los cazarecompensas están detrás mío sino los guardias de la torre divina también, lo había olvidado por completo ~

Aquel joven arrogante solo demostraba una pequeña parte de su poder estaba demasiado confiado en sus habilidades que había olvidado que la espada de aquel pequeño chico, había dejado grandes heridas que aún no habían terminado de curar pero lo que pronto descubriría era que le había reducido los poderes a la mitad.

Expiacion para un villano mediocre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora