parte cero

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HONG KONG

Abril de 2019

El frío azotaba su rostro con fuerza, el viento helado se posaba y dejaba una fina capa de escarcha sobre sus labios, haciéndolo temblar. El abrigo que llevaba apenas cubría su estómago, sin contar las pequeñas roturas situadas a lo largo y ancho de la tela, filtrando las bajas temperaturas directo sobre su piel.

—¡Vamos, adentro ya!–exclamó el tipo que les había llevado con la condición de una vida mejor, poco les llevó darse cuenta de que en realidad todo había sido una mentira.

—¿Aquí es donde nos meterán?–murmuró un pequeño a su lado, en ese momento quiso dar marcha atrás y volver a su hogar, pero no era posible, era la única manera de mantenerlos a salvo.

—Hace frío, lo sabemos. Así que si no quieren morir tendrán que mantenerse cerca. Sé que necesitan el dinero, y que hacen esto por su familia, así que- ¡Hey tu, niño! ¿Estás enfermo?

La linterna apuntó a un pequeño, quien abrió sus ojos de par en par y comenzó a negar.

—¡N-no fui yo!–balbuceó–fue él–señaló a un hombre a un par de metros.

—¡Tú, el que no deja de toser! ¿Estás enfermo?

—Estoy bien–respondió, cubriendo su boca.

Unas cuantas palabras más y concluyó su patético discurso con un simple: "—Buen viaje". Como si no fuera nada, como si fuera algo de todos los días.

Jackson supo en el momento en el que todos conforme las horas pasaban comenzaban a toser, que no se mantendría lo suficientemente estable para cuando el supuesto viaje terminara, entendió entonces el por qué, muy dentro de él lo comprendió, y eso le asustaba.

Porque nueve días después de sufrimiento, nueve días después de no haber comido ni bebido sustancia alguna, el contenedor en el que estaban retenidos había llegado a la Bahía de Pyeongteak, para ser llevado al centro de Busan.




the flu ➳ kookminWhere stories live. Discover now