U N O

2.5K 168 34
                                    

El otoño había comenzado al fin y gracias a el las hojas de los árboles caían sobre las ya frías calles de Seúl formando un hermoso paisaje colorido de tonos café, amarillo y naranja. El castaño y unico chico en aquel lugar, saco su cámara del bolso, la encendió mientras buscaba el ángulo perfecto, con cuidado enfocó a la calle de enfrente y presionó el botón para capturar pero un chico se cruzó y miró a la cámara sonriente justo cuando la foto fue tomada. Bajó la maquina confuso y para su sorpresa el chico a quien le saco la foto era Son Hyun Woo, su mejor amigo de infancia y único amigo.

— Así que... Sacando fotos Yoo Ki Hyun —volvió a sonreír mientras se acercaba al tímido castaño— es increíble que aún conserves esa cosa.

Solto una risita y guardo la cámara. ¿Como no tendría esa cámara?, si quien se la regalo fue el mismo moreno que acababa de colarse en la foto. Le tenía un cariño tan especial a aquella cámara; primero que todo porque fue su primera cámara y segundo porque fue Hyun Woo quien se la regalo para su cumpleaños número quince.

— Saca fotos perfectas —se encogió de hombros y dio un vistazo a la calle para ver si se aproximaba su bus— la única manera de que ya no la tenga sería que dejara de funcionar —se giro para mirar a su amigo que continuaba sonriente. Le gustaba mucho la sonrisa de Hyun Woo, pareciera que ese chico nunca llorara o estuviera enojado, bueno, al menos con Ki Hyun nunca estaba así.

En realidad Ki Hyun tenía dos cámaras más, de última tecnología de hecho, una se la regalo su madre y padre cuando se graduó de la escuela y la otra se la había ganado no hace mucho en un concurso de fotografía, lo mejor de lo mejor por cierto, pero Ki Hyun solo quería usar la que su amigo le había regalado.

— ¿Tan temprano fotografiando? —preguntó curioso ya que no era común toparse al menor a esa hora en la mañana.

— Mi curso de fotografía ahora es a las nueve —contestó mientras jugaba con sus manos nervioso, no podía mirar al mayor por mucho tiempo a los ojos o si no sus mejillas se cubrían de un rojo inconsciente y eso lamentablemente lo descubrió de una manera incomoda puesto que la primera vez que le sucedió fue el verano del año pasado.

Ambos volvian a casa después de un largo día en la piscina gracias a un paseo de graduados de la escuela, y como de costumbre Hyun Woo se la paso todo el día solo con Ki Hyun, no lo dejaría solo sabiendo que este era muy tímido y solo hablaba con él.

Faltaban diez minutos para las diez de la noche y caminaban por la calle en la cual de un segundo a otro comenzó a bajar demasiado la temperatura tanto así que Ki Hyun comenzó tener pequeños escalofríos, el mayor preocupado (como siempre) se quitó su sudadera y sin consultarle le dijo que se la pusiera provocando aquellos sentimientos en el menor que a él tanto le molestaba sentir.

Luego de caminar unas cuadras más llegaron al hogar del más bajo y nuevamente Hyun Woo se dio el trabajo de dejarlo en la puerta de su casa.

— Enserio no es necesario que me dejes siempre aquí, cada vez que salimos —comentó mirándolo a los ojos y el contrario solo rió levemente mientras negaba.

— Mientras seamos amigos y salgamos juntos siempre me daré el lujo de dejarte en la puerta de tu casa, así me aseguro de que estas sano y a salvo —sonrió tiernamente sin quitar su vista de los ojos brillantes del en ese entonces pelirosa. Ki Hyun no pudo evitar sonreír y sin previos aviso sintió el calor subirle a la cara— ¿estas bien? —el menor confundido elevo una ceja— tus mejillas están muy rojas —en ese instante sintió el penico apoderarse de su ser, Hyun Woo lo había pillado— quizás te subió la presión o te dio fiebre —se acercó de golpe tocandole la frente y mejillas empeorando su estado.

Can't help falling in love; SHOWKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora